Harvard identifica 7 anomalías en 3I/ATLAS y reaviva el debate sobre origen extraterrestre
Actualidad11/10/2025
Sergio Bustos
El misterioso objeto.
El prestigioso astrónomo Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, aseguró que el objeto interestelar 3I/ATLAS presenta anomalías tan marcadas que desafían toda explicación natural. Según el especialista, estos indicios deben analizarse sin prejuicios, ya que podrían apuntar a un posible origen artificial.
3I/ATLAS se encuentra actualmente en tránsito por el sistema solar y su paso despertó el interés de astrónomos en todo el mundo. “Los dogmáticos que insisten en que es un cometa de origen natural deben rendir cuentas y explicar todas estas anomalías”, advirtió Loeb. Su postura volvió a encender el debate sobre tecnología extraterrestre.
Entre las anomalías que Harvard detalla, la primera es la enorme masa del objeto, que supera ampliamente a visitantes anteriores como Oumuamua y 2I/Borisov. Este tamaño inusual modifica su dinámica y complica las comparaciones con cuerpos conocidos.
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Otra rareza es la estela atípica, que apareció con retraso y presenta una composición química diferente a la de los cometas tradicionales. Abunda el níquel y el dióxido de carbono, pero no hay agua. Nunca antes se había registrado un fenómeno así, lo que intriga a los especialistas.
También llama la atención la polarización negativa extrema de la luz reflejada, un comportamiento sin precedentes en este tipo de cuerpos. Este detalle refuerza la idea de que 3I/ATLAS no encaja en ningún patrón conocido.
La trayectoria del objeto agrega más misterio. Se mueve casi perfectamente alineado con el plano de los planetas del sistema solar, una coincidencia estadísticamente improbable. Para Loeb, esta alineación “no parece fruto del azar”.
Además, el momento de llegada de 3I/ATLAS coincide con una aproximación cercana a Marte, Venus y Júpiter, algo que para el investigador podría haber sido “calculado”. La precisión del recorrido abre la puerta a hipótesis que van más allá de los modelos naturales.
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Como si fuera poco, la alineación con la famosa señal WOW, detectada en 1977 y sospechada de tener origen extraterrestre, suma un nuevo componente al enigma. La coincidencia entre ambos fenómenos resulta, para Loeb, difícil de ignorar.
Aunque no hay pruebas concluyentes de que 3I/ATLAS sea de origen alienígena, Loeb insiste en que “estas siete anomalías no deben descartarse de plano”. Para él, la ciencia debe explorar todas las posibilidades y dejar de lado las posturas cerradas.
La comunidad científica mantiene posiciones divididas. Algunos sostienen que podrían existir explicaciones naturales aún no comprendidas, mientras que otros consideran que el caso amerita una investigación más profunda. Lo cierto es que 3I/ATLAS se convirtió en uno de los objetos más intrigantes de la astronomía moderna.
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