RECUERDOS DE UNA CAMPAÑA A LA ANTÁRTIDA

Por Prof. Marilina Scarlata*

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas -CONICET- periódicamente llama a concurso nacional e internacional, para presentación de proyectos de investigación en distintas áreas.

A partir de 2009 esa entidad puso a disposición del Instituto Antártico Argentino el buque oceanográfico “Puerto Deseado” con el fin de cumplir con distintos propósitos, a partir de proyectos científicos que fueran presentados según la normativa que rige esa operatoria.
El Lic. y Dr. José Luis Esteves -investigador en ese momento en la especialidad Oceanografía química- presentó un proyecto con la intención y el interés puesto en el estudio de las aguas que corren por el Pasaje Drake, el que comunica el Océano Pacífico con el Océano Atlántico, a 4.500 metros de profundidad.

Así partió en 2011 y en 2013 junto a un grupo de científicos con especialidades en distintas disciplinas, en una campaña de investigación hacia la Antártida, siendo Pedro Fernández - quien hoy es tripulante desaparecido del submarino ARA San Juan- el comandante de la expedición del año 2013.

La entrevista a Esteves, permitió saber que es mendocino de nacimiento y químico industrial según su primera formación académica; a través de una beca en Bélgica, confirmó su interés por los océanos, y decidió desarrollar en Chubut, su especialidad en Oceanología.



La campaña a la Antártida tenía objetivos particulares; en el caso específico del entrevistado, el propósito era relevar información de la estructura química del agua en dos dimensiones, distancia y profundidad. Otros científicos llevaban como intención reconocer contaminantes en la atmósfera con un cromatógrafo q se montó a tal efecto y que detectó presencia de plaguicidas con concentraciones que –aunque bajas - llamaron la atención; otro grupo trabajó con peces, el pez hielo (Channichthyidae) fue el atractivo principal, es el pez q vive en temperaturas bajo cero, y que tiene “algo así como una sustancia anticongelante en su composición orgánica, que le permite vivir” -según manifestó informalmente Esteves-.

Otro grupo de investigadores estudió la biodiversidad a muy bajas temperaturas: varios grupos animales como corales de agua fría, cefalópodos, aves y mamíferos marinos y otras especies encontradas en cantidad.

Se investigó también en oceanografía física a las corrientes marinas, según rangos cambiantes de temperaturas y salinidades. Una observación interesante la constituye la identificación del frente polar, en zonas neblinosas que marcan el ingreso a la zona Antártica.

Considera que los objetivos se cumplieron según la “parte de campaña” que se analice, ya que depende de los imprevistos porque algunos se superan y otros no, por ejemplo la pérdida de un equipo de gran valor económico, por desprendimiento desde la borda y posterior hundimiento, fue un inconveniente insalvable que dejó al grupo de estudio que lo estaba utilizando, sin instrumentos de medición en profundidad. Este tipo de problemas puede hacer fracasar una campaña.

El buque estuvo trabajando un mes, durante el verano. En el 2011 saliendo desde Ushuaia; en el 2013 saliendo desde Mar del Plata directo a la Antártida, brindando a sus tripulantes las satisfacciones más grandes que uno pueda imaginar en el sentido del contacto con esa naturaleza especial: el continente blanco, realmente blanco.



Esteves habla del cruce del Pasaje Drake como “un trabajo tranquilo”, ya que pudo desarrollarlo durante las “ventanas de buen tiempo”. Sin embargo un recuerdo recurrente es la ocasión en la que el capitán optó por cruzar desde las Islas Orcadas hacia Ushuaia (más de 1.000 km) y encontraron una tormenta muy fuerte que les llevó 24 horas de navegación en situación límite y que para él fue un plus en su campaña, ya que le significó conocer cómo navega un buque de esa envergadura en condiciones extremas.

En cuanto a la geografía, recuerda el Pasaje Lemaire de una maravilla extraordinaria, con la cordillera de 3000 m de altura y el buque navegando por un canal de 2km. ¡Ahí pudo comprender a los pioneros!

Estudios sobre el cambio climático pudieron ser analizados en la Base Carlini, en donde los investigadores fueron recibidos con una atención especial, y accedieron a datos que fueron relevados para su consideración en particular por los especialistas del CONICET.



Cuando José Luis Esteves regresó a la Antártida en 2013 fue afianzado en su labor investigativa según la experiencia atesorada en la campaña anterior. Luego registró en su Diario de Viaje a la Antártida, las fotos aquí compartidas generosamente por el propio investigador. Actualmente preside la Fundación Patagonia Natural ya que se jubiló de su actividad como investigador.

* Prof. Marilina Scarlata
Especializada en la Enseñanza de las Ciencias Naturales
Directora de divulgación científica de la Asociación de Parques Nacionales
Columnista en LU 17.com
Columnista en Patagonia.net