
El “Michael Jackson” de Laferrere que emociona a miles y sostiene a su familia
Otros Temas14/10/2025
REDACCIÓN
Cada sábado por la tarde, la peatonal de Laferrere vibra al ritmo de Michael Jackson. Frente a la M del local de comidas rápidas, una multitud forma una ronda inmensa. Todos esperan a Elías “Jackson” Oviedo, el joven de 28 años que convirtió su homenaje al ídolo del pop en una historia de vida y trabajo.


“Gracias a Dios puedo trabajar solo de esto”, dice con orgullo Elías, que vive en San Justo y es oriundo de González Catán. Su show mezcla baile, humor y una entrega total que atrae a más de mil personas en una tarde. Desde chico sintió fascinación por Jackson y lo imitó por primera vez cuando tenía diez años.
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“Estaban viendo unos videos de los 80 y apareció Michael en Múnich, en 1997. Me quedé paralizado. Al principio lo dibujaba, hasta que me animé a imitarlo. Me dejé el pelo largo y empecé a hacer mis propias chaquetas”, contó. A los 15, ya lo hacía de forma profesional y no paró más.

Su transformación lleva tiempo y precisión. Tarda unas tres horas en convertirse en el Rey del Pop. Se maquilla, peina y viste con la ayuda de su tía, quien está presente en cada detalle. “El maquillaje es lo más complejo, es lo que le da vida al personaje. Desde los ojos hasta el contorno, todo tiene que estar perfecto”, explicó.
Elías ensaya todos los días desde las cinco de la tarde. Repite pasos, estudia videos y ajusta gestos. “Repaso el moonwalk cien veces si hace falta”, bromea. Su dedicación se nota en cada movimiento, y el público lo reconoce con aplausos, risas y lágrimas.
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El espectáculo callejero ya es un ritual para los vecinos. Elías actúa con cuatro bailarines y un equipo que también aporta humor. El show arranca a las 17 y puede durar hasta las nueve de la noche, según la cantidad de gente. A la gorra, pero con una producción profesional.

“La gente me abraza y me dice ‘Michael’. Algunos lloran y me cuentan que lo vieron en el 93 cuando vino a Argentina”, relató. “Eso es lo más fuerte para un artista callejero: ver a la gente emocionarse.”
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De su pasión, Elías hizo su sustento. Vive solo de su trabajo en la calle y en eventos privados. “Invertí todo lo que gané: en publicidad, chaquetas, maquillaje y bailarines. Todo vuelve al show”, aseguró. Con lo que gana, pudo avanzar con su casa y comprarse una moto para moverse.
Pero su verdadero motor es su mamá. “Hace siete años vivimos solos porque mi papá se fue. Ella me acompaña en todo”, contó. Lo que junta en cada función también sirve para ayudarla. El arte, para Elías, no solo transforma su vida: también sostiene la de su familia.
Fuente: TN

















