
“Redes que Salvan Vidas”: el plan nacional que busca transformar la atención del infarto en el país
Actualidad16/10/2025
REDACCIÓN
En Argentina, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte y representan el 30,3% del total de los fallecimientos. Cada año provocan casi 100 mil defunciones y unos 40 mil infartos agudos de miocardio, lo que equivale a más de cien casos por día. La magnitud del problema llevó a la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) a lanzar un ambicioso plan denominado “Redes que Salvan Vidas”, orientado a mejorar los tiempos de respuesta y la coordinación entre los distintos niveles del sistema de salud.


El programa fue presentado oficialmente durante el 51° Congreso Argentino de Cardiología (SAC 2025), que se realiza en Buenos Aires entre el 15 y el 17 de octubre, y busca acompañar a las provincias y municipios en la creación de redes locales de atención del infarto agudo de miocardio (IAM). La iniciativa parte de una premisa contundente: más del 90% de las muertes por infarto ocurren antes de que el paciente llegue al hospital.
OTRAS NOTICIAS:
El presidente de la SAC, Pablo Stutzbach, explicó que el proyecto pretende “romper las barreras geográficas y burocráticas que demoran la atención del paciente”. Según destacó, “cuanto más rápido se restablece el flujo en la arteria coronaria obstruida, menor es el daño al músculo cardíaco y mayor la posibilidad de sobrevida”. En ese sentido, el programa impulsa una red integrada de diagnóstico prehospitalario, traslado rápido y tratamiento coordinado entre hospitales con y sin capacidad de angioplastia.
El registro ARGEN IAM-ST reveló que la demora promedio desde los primeros síntomas hasta la llegada al hospital es de 130 minutos, con una mortalidad intrahospitalaria cercana al 9%. Esa cifra puede reducirse si se optimizan los tiempos de detección y traslado. El plan contempla protocolos uniformes, capacitación constante y la adaptación de cada región a su propia realidad sanitaria, sin imponer modelos únicos.
OTRAS NOTICIAS:
El doctor Sergio Baratta, presidente electo de la SAC, señaló que “cada provincia o municipio debe diseñar su propia red con acompañamiento experto”. Destacó que “la heterogeneidad del país exige soluciones flexibles: no alcanza con tener centros de alta complejidad, hay que garantizar que el paciente llegue a tiempo”.
La implementación del programa se divide en cuatro fases:
Convocatoria nacional y compromiso político. Las jurisdicciones interesadas deben manifestar su voluntad de participar.
Diagnóstico local. Se identifican recursos disponibles, barreras logísticas y tiempos actuales de atención.
Diseño de la red y plan de acción. Se establecen centros nodales, hospitales satélites, protocolos de reperfusión y cronogramas de trabajo.
Seguimiento y mejora continua. La SAC realiza auditorías técnicas y evalúa indicadores de calidad para ajustar los procesos.
OTRAS NOTICIAS:
El objetivo es lograr que las ambulancias identifiquen el infarto en curso y trasladen al paciente directamente al centro más capacitado para realizar una angioplastia dentro de los primeros 120 minutos. Si esto no fuera posible, los hospitales sin esa capacidad deberán administrar fibrinolíticos para disolver el trombo y luego derivar al paciente a un centro especializado.
La doctora Mirta Diez, presidenta del Comité Científico del Congreso, afirmó que “las redes bien coordinadas reducen la mortalidad, disminuyen el daño cardíaco y evitan complicaciones posteriores como insuficiencia o arritmias”. También destacó que el modelo permite “mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir los costos hospitalarios mediante una gestión más eficiente de los recursos”.
OTRAS NOTICIAS:
Además de su impacto sanitario, la propuesta tiene un fuerte componente federal. Provincias como Misiones, Catamarca, Tucumán, Mendoza, la ciudad de Santa Fe, el Alto Valle de Río Negro y la localidad bonaerense de Pilar ya manifestaron su intención de sumarse. Estas regiones servirán como modelos piloto para extender el sistema al resto del país.
El doctor Stutzbach remarcó que “Redes que Salvan Vidas no es solo un plan técnico, sino una nueva cultura del infarto”. La idea, dijo, es que “ninguna persona deba morir por falta de coordinación entre instituciones o demoras evitables”. Para lograrlo, la SAC brindará asistencia técnica, formación en protocolos y encuentros virtuales para compartir experiencias entre equipos médicos.
OTRAS NOTICIAS:
La expectativa es que la reducción de tiempos en la atención permita disminuir la mortalidad extrahospitalaria y las secuelas cardíacas graves. En paralelo, se busca consolidar un sistema más equitativo entre regiones, donde el acceso a la salud no dependa del lugar de residencia. “El éxito dependerá de la cooperación entre gobiernos, hospitales, servicios de emergencia y profesionales de todo el país”, agregó Baratta.
El lanzamiento del programa coincidió con un llamado de la SAC a reforzar las políticas públicas de prevención cardiovascular, promoviendo hábitos saludables, controles médicos regulares y educación comunitaria sobre los síntomas de alerta del infarto. “Detectar el dolor torácico a tiempo, llamar a emergencias y no subestimar los síntomas puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, enfatizó Stutzbach.
OTRAS NOTICIAS:
La iniciativa se posiciona como un modelo de salud pública moderno y federal, que busca integrar los esfuerzos del sistema sanitario argentino en un circuito de respuesta rápida y coordinada ante emergencias cardíacas. Con el impulso de la SAC y el compromiso de las provincias, “Redes que Salvan Vidas” pretende cambiar la historia del infarto en el país.
Fuente: NA.




















