Crece la angustia por la pareja desaparecida y la fiscalía admite la hipótesis de que estén sin vida

La incertidumbre domina en Comodoro Rivadavia tras casi dos semanas sin noticias de los jubilados Pedro Alberto Kreder y Juana Inés Morales. La pareja fue vista por última vez el 11 de octubre cuando viajaba en una camioneta Toyota rumbo a la zona norte. El fiscal Cristian Olazábal reconoció que los indicios encontrados hasta ahora no permiten pensar en una resolución favorable.

“Si tengo que responder desde la esperanza, ojalá que sí. Si tengo que responder desde el sentido común, diría que no”, expresó el funcionario judicial, quien encabeza la investigación que mantiene en vilo a toda la región. El tono de sus declaraciones refleja el agotamiento de los equipos que recorren día a día los alrededores de Rocas Coloradas, donde el vehículo fue hallado días después, cerrado y sin signos de violencia.

OTRAS NOTICIAS:

Hallaron un muerto en el hotel de la familia Kirchner y la Justicia ordenó el desalojo

Los peritajes en el terreno permitieron recolectar huellas en las inmediaciones de la camioneta, aunque las pruebas no confirman si corresponden a los jubilados o a terceros. La fiscalía también obtuvo registros fílmicos de cámaras urbanas y privadas, pero “no se puede asegurar que las víctimas hayan estado dentro del vehículo”, aclaró Olazábal, quien espera resultados genéticos para avanzar en las conclusiones.

La secuencia reconstruida por los investigadores abarca el trayecto entre el domicilio de la pareja y los accesos a Puerto Visser, en la costa norte de Comodoro. Ese recorrido fue minuciosamente mapeado por los equipos de Criminalística, aunque no se detectaron señales que indiquen actividad posterior al hallazgo del rodado.

OTRAS NOTICIAS:

Jones Huala inició una huelga de hambre líquida luego de la negativa judicial a su traslado a Esquel

El ministro de Seguridad de Chubut, Héctor Iturrioz, confirmó que la hipótesis más firme es la de un robo armado que habría terminado en homicidio. “Sí, aparentemente un robo armado, una agresión armada; eso surge de un llamado a la línea 134”, explicó en una entrevista radial. El testimonio anónimo aportó detalles sobre un posible ataque y dio pie a la principal línea de investigación.

Las tareas de búsqueda se intensificaron durante la última semana con la participación de personal policial, bomberos, Prefectura y voluntarios. El extenso terreno costero, de difícil acceso y escasa visibilidad, complica las labores de rastreo. A pesar de los esfuerzos, los rastrillajes no arrojaron resultados concluyentes, lo que incrementa la preocupación de los familiares y vecinos.

OTRAS NOTICIAS:

Expectativa y cautela ante el verano y las negociaciones en Península Valdés

En medio de la desesperación, la hija de Juana, Aldana Botha, pidió colaboración a la comunidad. “Cualquier detalle, por insignificante que parezca, puede ser la pieza que falta en este doloroso rompecabezas”, escribió en redes sociales. Su mensaje, acompañado de fotografías recientes de su madre, circuló ampliamente en Comodoro y reavivó la solidaridad entre los vecinos.

La mujer también recordó que “en Comodoro hay muchas personas desaparecidas que nunca aparecen”, al reclamar que el caso no quede impune ni relegado por la falta de pruebas. Desde la fiscalía, el equipo de investigación pidió prudencia y colaboración, insistiendo en que la prioridad es confirmar las circunstancias del presunto asalto.