Estremecedor relato: escapó de Santa Fe a La Pampa con sus hijas para salvar su vida

Un estremecedor testimonio fue escuchado esta semana en los tribunales de Santa Fe, donde una mujer relató cómo debió escapar con sus dos hijas hacia La Pampa para sobrevivir. La víctima soportó siete años de violencia física, sexual y psicológica, en un contexto que calificó como un “estado de terror constante”.

El caso se conoció a través del medio santafesino Aire Digital, que informó sobre el avance de un juicio en el cual el acusado permanece detenido por decisión del juez Sebastián Szeifert, quien impuso la prisión preventiva. La causa investiga hechos ocurridos entre 2012 y 2019, cuando la víctima convivía con su agresor en la capital santafesina.

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“Viví en un estado de terror constante. No podía decidir nada, no tenía acceso a dinero ni a mis documentos, no podía hablar con mi familia. Me hizo creer que estaba loca”, declaró la mujer en audiencia, con la autorización para que sus palabras fueran publicadas. Su relato reveló un ciclo de violencia que incluyó manipulación, aislamiento y maltrato sostenido durante años.

La investigación judicial está a cargo de la fiscal Jorgelina Mosser Ferro, mientras que la víctima cuenta con el patrocinio de las abogadas Carolina Walker Torres y Agustina Taboada. El imputado, cuya identidad fue resguardada por pedido de la querella, es defendido por el abogado Juan José Patiño.

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Según los informes presentados ante el tribunal, los abusos comenzaron cuando la mujer cursaba un embarazo de siete meses y continuaron durante toda la convivencia. En mayo de 2019, el agresor la internó en una clínica psiquiátrica, lo que marcó el punto de quiebre de la historia.

Al recibir el alta médica, la mujer logró huir con sus hijas hacia La Pampa, con la ayuda de un enfermero que le prestó dinero y de una amiga que la acompañó en su salida. Desde entonces, inició un largo camino judicial para conseguir justicia y recuperar su libertad.

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“Me internó, me aisló, me despojó de todo. Llegué a pensar en morir porque sentía que esa era la única forma de escapar”, recordó ante el juez. Las pruebas reunidas, incluyendo pericias psicológicas y testimonios, respaldaron la veracidad de sus denuncias y permitieron sostener la acusación contra el imputado.

Antes de conseguir la apertura de la causa, la mujer enfrentó varios archivos de sus denuncias, que no prosperaron hasta que decidió presentarse formalmente como querellante. Solo entonces pudo avanzar con el proceso judicial que hoy mantiene al acusado tras las rejas.

Fuente: Diario La Arena