Las “tierras raras”, el nuevo oro tecnológico que atrae a los inversores globales

Las tierras raras dejaron de ser un término técnico para transformarse en una oportunidad financiera global. Son 17 minerales estratégicos —como el neodimio, praseodimio, disprosio y terbio— esenciales para fabricar imanes de alta potencia, turbinas eólicas, autos eléctricos y equipos militares.

Su escasez y la concentración productiva explican su atractivo: China controla más del 70% de la extracción y más del 80% del procesamiento mundial, un dominio que le otorga enorme peso geopolítico. A medida que crece la demanda por energía limpia y tecnología avanzada, estos materiales se convierten en el nuevo petróleo del siglo XXI.

Un informe de Research for Traders (RfT) afirma que “las tierras raras emergen como una alternativa atractiva en el universo de los metales industriales”, impulsadas por la electrificación y el auge de los vehículos eléctricos. La demanda de imanes NdFeB, base de muchas tecnologías modernas, crecerá entre 7% y 10% por año hasta 2030.

Para los ahorristas, la apuesta puede hacerse sin salir del mercado de capitales. Existen fondos (ETF) y acciones que permiten invertir en dólares y capturar el potencial de este boom mineral. Entre los preferidos, el ETF VanEck Rare Earth and Strategic Metals (REMX) se lleva el protagonismo: concentra empresas de extracción, separación y refinación en Estados Unidos, Australia y Asia. Su cartera se mueve al ritmo de los precios del neodimio y de las regulaciones chinas.

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Otro instrumento destacado es el Sprott Energy Transition Materials (SETM), que amplía la exposición a materiales críticos como litio, uranio y cobre. Este año mostró un rendimiento del 96%, según RfT. También se destaca el Invesco EV Metals Commodity Strategy (EVMT), que invierte en futuros de metales usados en electrificación, ideal para estrategias tácticas de corto plazo.

Los inversores con perfil tecnológico apuntan al Global X Disruptive Materials (DMAT), que reúne empresas ligadas a materiales para innovación, o al clásico Global X Lithium & Battery Tech (LIT), centrado en la cadena de baterías eléctricas y considerado un “satélite” del crecimiento verde.

Entre las acciones individuales, MP Materials (MP) lidera la producción en Estados Unidos con la mina Mountain Pass, una de las pocas fuentes de tierras raras fuera de Asia. Está construyendo la primera planta de imanes NdFeB del país, con apoyo directo del Departamento de Defensa estadounidense.

Otros proyectos avanzados son NioCorp Developments (NB), en Nebraska, y Texas Mineral Resources (TMRC), con yacimientos ricos en elementos pesados. A ellos se suma TMC the Metals Company (TMC), que apuesta a la minería submarina en la Zona Clarion-Clipperton del Pacífico.

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El segmento especulativo, en cambio, se concentra en firmas de microcapitalización como U.S. Antimony (UAMY) o American Resources Corp (AREC), que operan en etapas tempranas y ofrecen alto riesgo, pero también alto potencial.

“La mejor estrategia combina ETFs líquidos con posiciones selectivas en acciones, para cubrir toda la cadena de valor sin depender de un solo activo”, resume el informe de RfT. Con la transición energética en marcha y la competencia global por los recursos críticos, las tierras raras pasaron de ser una curiosidad geológica a un activo financiero de peso.