Lowrdez
Lourdes Fernández atravesó uno de los días más tensos de su vida tras permanecer doce horas retenida en el departamento de su novio, Leandro García Gómez. La cantante de Bandana decidió romper el silencio y hablar con sus más de 230 mil seguidores mediante un contundente descargo en redes sociales.
“Debido a tantos dichos y situaciones confusas, me gustaría aclarar y calmar algunas cosas”, escribió Fernández, marcando el inicio de su mensaje. Agradeció a sus fans por la ola de cariño y destacó la emoción de leer los mensajes mientras se recupera de la experiencia vivida.
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La cantante explicó cómo se desarrolló su vínculo con García Gómez: “Todos saben que muchas veces traté de remontar una relación por amor, pero a veces no se puede por más que uno lo intente. Lograr revincularse desde lo lindo que vivimos fue nuestro objetivo, pero la suma de muchos sucesos dolorosos me lleva a tomar decisiones drásticas”.
Respecto a los rumores y teorías sobre su relación, Lourdes fue contundente: “Puedo comprender a la familia, amigas y amigos, pero algunas cuestiones están fuera de contexto, desde una compañera que hace tres años no sabe de mí y tiene el descaro de llorar en cámara sin preocuparse por mi bienestar, hasta supuestas amigas que manejan información falsa”.
Fernández también habló de su estado de salud: “Sigo con una faringitis terrible, pero estoy contenida y acompañada por mis amigas de toda la vida. Estoy tratando de entender qué debo acomodar y cómo”.
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El regreso de Bandana sigue siendo una prioridad para Lourdes: “Mi único objetivo es cumplir con la vuelta de la banda, que me entusiasma mucho. Quiero curar mi garganta para poder hacer lo que más amo: cantar. Gracias”, concluyó en su descargo, acompañado de una foto junto a sus seres queridos con un mensaje de amor y arte.
Su madre, Mabel Fernández, también se expresó sobre la situación: tras un día de máxima tensión, relató cómo detectó signos de maltrato físico y psicológico y decidió actuar. “Esto empieza en enero, cuando ella postea que le pide perdón a él. Me agarró un ataque, fui a la fiscalía y me entero de una denuncia de violencia de una vecina”, contó.
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Mabel recordó episodios previos de preocupación: el cumpleaños familiar, los dolores de costilla y las manchas en el rostro de su hija la alertaron sobre la gravedad de la situación. “Las cosas venían muy mal desde hacía tiempo, pero me enteré cuando ella se separa por primera vez y me cuenta todo lo que estaba pasando”, añadió.
La madre concluyó con un mensaje de fortaleza y reflexión: “El miedo te paraliza y le da poder al otro. Le diría a mi hija que si ve algo azul y todos dicen que es rojo, se pregunte por qué lo ve distinto”. Un consejo que refleja cuidado, cercanía y el inicio de un posible acercamiento.
Fuente: Infobae
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