
Puerto Madryn rechazó el voto joven en el referéndum del domingo
Democracia en voz alta27/10/2025
REDACCIÓN
Los habitantes de Puerto Madryn decidieron rechazar la modificación de la Carta Orgánica local que buscaba habilitar el voto optativo para los jóvenes de 16 y 17 años en elecciones municipales. Los resultados oficiales revelaron que el 62,68% del electorado se expresó en contra de la reforma, con 32.748 votos en rechazo, mientras que el 37,32% (19.500 votos) se mostró a favor de la medida.


El referéndum, que fue convocado para modificar la legislación local y permitir la participación de los adolescentes en los comicios municipales y vecinales, no logró el respaldo necesario. La propuesta alineaba a Puerto Madryn con las normativas nacionales y provinciales, donde los jóvenes de 16 y 17 años ya tienen el derecho al voto en las elecciones generales.
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A pesar de que el voto joven ya es una realidad en otras jurisdicciones, Puerto Madryn decidió mantener su legislación actual, que no permite la participación de menores de 18 años en la elección de autoridades locales. Este rechazo reflejó las tensiones políticas y sociales en torno a la capacidad de los jóvenes para decidir sobre cuestiones locales.
Los resultados del referéndum son interpretados como una señal del electorado en contra de extender el sufragio a los adolescentes para los comicios municipales. En comparación con otras ciudades y provincias que habilitaron el voto optativo para los jóvenes, Puerto Madryn se posiciona en contra de esta tendencia. “El voto es un derecho, pero la responsabilidad de ejercerlo debe estar acorde con la madurez de la persona”, afirmó uno de los votantes en las afueras de las urnas.
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A lo largo de la jornada, el debate sobre la participación juvenil se hizo sentir en las calles de la ciudad. A pesar de la campaña a favor de la reforma, que argumentaba que los jóvenes deben ser protagonistas de la vida política local, los ciudadanos que se manifestaron en contra destacaron que los adolescentes aún no cuentan con la experiencia necesaria para decidir sobre las políticas públicas de su ciudad.
Los resultados también evidencian una fuerte división de opiniones entre las generaciones, con sectores juveniles que abogaban por un mayor involucramiento en los asuntos locales, mientras que los adultos preferían mantener la barrera de los 18 años como edad mínima para votar.
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La decisión del electorado de Puerto Madryn mantiene sin cambios la estructura política y electoral local. Sin embargo, sigue vigente el debate sobre la inclusión de los jóvenes en los procesos democráticos a nivel municipal.

















