
La Selección Argentina Femenina llega a Puerto Madryn por eliminatorias del Mundial
Deporte28/10/2025
REDACCIÓN
El próximo martes 2 de diciembre a las seis de la tarde, el estadio Abel Sastre será el corazón de una jornada inolvidable. Por primera vez, la selección argentina femenina disputará un partido oficial en la provincia del Chubut, enfrentando a Bolivia por las eliminatorias rumbo al Mundial de Brasil 2027. La expectativa en la ciudad crece minuto a minuto, entre banderas que flamean y vecinos que sienten que la historia pasa por su casa.


El Abel Sastre, templo del Deportivo Madryn, se viste de gala para recibir al fútbol nacional. Sus tribunas, acostumbradas a los colores aurinegros, se llenarán esta vez de celeste y blanco, pero también de los tonos vibrantes de la comunidad boliviana, que aportará su alegría y su respeto en una verdadera fiesta de integración. La ciudad entera se prepara como si se tratara de un feriado colectivo, donde el deporte une más que cualquier frontera.

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No será un amistoso ni un simple espectáculo: será una cita con la historia. Argentina y Bolivia disputarán puntos vitales por la cuarta fecha de la Liga de Naciones, en un contexto donde el fútbol femenino gana terreno y reconocimiento en cada provincia. Las jugadoras argentinas llegan con la ilusión intacta y con la convicción de que este partido representa mucho más que un resultado.
Puerto Madryn respira fútbol desde hace días. El viento patagónico, ese que nunca se calla, parece acompañar los preparativos como un himno propio. En las calles, los murales se pintan de colores, los bares decoran sus vidrieras y los chicos imitan en las plazas a sus nuevas ídolas del seleccionado.
La comunidad boliviana local se organiza para llenar las tribunas con su música y su alegría. Habrá tambores, banderas y un clima festivo que promete contagiar a todos los presentes. En ese cruce de culturas, el fútbol volverá a demostrar su poder como lenguaje universal y como espacio de encuentro.
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Las jugadoras argentinas saben lo que está en juego. Cada entrenamiento, cada charla y cada paso en el césped llevan el peso de lo inédito. Representar al país en una provincia donde nunca se jugó un partido oficial es una responsabilidad que asumen con orgullo y emoción.
El Abel Sastre se transformará entonces en mucho más que un estadio. Será escenario, altar y testigo de un momento que quedará grabado en la memoria colectiva. En ese césped, la historia se escribirá con cada pase, cada grito y cada abrazo.
Puerto Madryn se convertirá por una noche en el epicentro del fútbol argentino. Desde el mar hasta la estepa, la Patagonia entera celebrará una conquista simbólica: la de sentirse parte de un país que mira hacia el sur con gratitud y esperanza.
















