

Dedicar apenas media hora diaria a juegos mentales puede rejuvenecer el cerebro. Investigadores de la Universidad McGill demostraron que estos ejercicios digitales potencian la agilidad y la concentración, y que su efecto va mucho más allá del entretenimiento.
El estudio, publicado en Self, analizó a 92 adultos mayores de 65 años. Un grupo practicó juegos de entrenamiento cerebral durante diez semanas, mientras otro no lo hizo. Los resultados mostraron que quienes ejercitaron su mente aumentaron un 2,3% la producción de acetilcolina, neurotransmisor esencial para la atención y la memoria.
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Esa mejora no es menor: con la edad, los niveles de acetilcolina suelen disminuir, afectando la concentración y las funciones ejecutivas. Los científicos usaron tomografías por emisión de positrones para medir los cambios y confirmaron el impacto positivo del entrenamiento mental.
Mouna Attarha, PhD y científica de Posit Science, explicó que “estos ejercicios se centran en el sistema que produce acetilcolina, la sustancia que impulsa la atención y mejora la cognición, el aprendizaje y el comportamiento”. Según la especialista, los beneficios se extienden a cualquier edad, ya que fortalecen la plasticidad sináptica, es decir, la capacidad del cerebro para adaptarse.

El neurólogo Clifford Segil, del Providence Saint John’s Health Center, destacó que los juegos activan múltiples vías sensoriales. “Jugar exige integrar información visual y auditiva y reaccionar con rapidez”, sostuvo. Comparó la actividad mental que generan con la que ocurre en deportes como el fútbol o el básquet, donde se necesita respuesta inmediata.
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En la investigación se usaron títulos de BrainHQ como Doble Decisión y Congelar Imagen, diseñados sobre principios neurocientíficos. El secreto está en ajustar la dificultad para exigir sin frustrar, de modo que el cerebro mantenga el interés y refuerce su agilidad con cada intento.
Alexander C. Conley, PhD, de la Universidad de Vanderbilt, subrayó que “los juegos que progresan junto al usuario son vitales para estimular la mejora cerebral; es como ejercitar un músculo”. Segil coincidió en que los juegos estratégicos y reflexivos aportan más que los repetitivos, ya que activan distintas zonas cerebrales.
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Attarha aclaró que los juegos populares como Wordle o Sudoku no generan los mismos efectos, porque no ajustan la dificultad ni exigen atención sostenida. En cambio, recomendó modificar rutinas, aprender nuevas habilidades o improvisar, como cocinar sin receta o resolver cálculos mentalmente, para mantener el cerebro activo.
Conley agregó que un estilo de vida saludable potencia la concentración: dormir bien, comer equilibrado, moverse y socializar también ayudan a mantener el cerebro joven. Los expertos coinciden en una idea central: cuanto más se ejercita la mente, más se fortalecen la atención, la memoria y la agilidad mental, sin importar la edad.
Fuente: Infobae


















