La actividad económica subió 4,1% interanual en septiembre pero volvió a caer frente a agosto

La actividad económica registró en septiembre un crecimiento interanual de 4,1%, impulsado por la intermediación financiera y el sector minero, pero al mismo tiempo retrocedió 0,8% respecto de agosto, según el Índice General de Actividad (IGA-OJF) elaborado por la consultora Orlando Ferreres & Asociados. Los datos reflejan un escenario mixto, con sectores que muestran dinamismo y otros que continúan en retroceso.

El estudio señaló que en los primeros nueve meses del año la economía acumula una suba de 5,7%, aunque el tercer trimestre cerró con una leve caída de 0,3% respecto del segundo, lo que mantiene la inestabilidad del ciclo productivo. “De confirmarse esta baja en las cuentas nacionales estaríamos frente a una recesión en sentido técnico”, advierte el informe.

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Los sectores que sostuvieron la mejora interanual fueron la intermediación financiera, con un crecimiento de 24,5%, y minas y canteras, con un avance de 4,7%. En este último rubro, la producción de petróleo crudo aumentó 13,6%, lo que contribuyó al repunte del segmento energético dentro de la estructura productiva nacional.

En contraste, la industria manufacturera y el agro mostraron caídas. La primera registró una contracción anual de 1,1%, mientras que la agricultura y la ganadería retrocedieron 0,5%. Estas bajas explican parte del freno en el crecimiento mensual y evidencian las dificultades que todavía presenta la economía real para sostener un ritmo de expansión.

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El informe, basado en 122 series estadísticas, aclara que los resultados son estimaciones preliminares sujetas a revisión, aunque brindan un panorama representativo del comportamiento de los distintos sectores durante septiembre.

En el análisis político, la consultora observó que “algunas incertidumbres fueron despejadas luego del resultado electoral favorable al oficialismo, que relajó la tensión cambiaria y parece restablecer la confianza sobre el modelo económico”. No obstante, advirtió que “por sí solo esto no logrará reactivar la marcha de la actividad, pero ofrece un contexto más favorable para recomponer ingresos, consumo e inversión”.

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La combinación de factores internos y externos sigue condicionando el desempeño de la economía argentina, que transita entre señales de recuperación sectorial y riesgos de estancamiento, en un contexto de inflación persistente y bajo consumo.

Fuente: NA.