Un niño de 8 años sufrió muerte cerebral tras caerle un arco de handball en el club Argentino

Una tragedia sacude a la comunidad de Quilmes tras el gravísimo accidente ocurrido la noche del martes en el club Argentino de Quilmes, donde un niño de ocho años resultó con muerte cerebral luego de que un arco de handball cayera sobre su cabeza. El hecho tuvo lugar durante una actividad grupal en la cancha polideportiva de la institución, donde el menor —alumno del colegio Nazareth y jugador de básquet infantil del club— participaba junto a otros compañeros.

Según las primeras informaciones, el niño se habría trepado al travesaño del arco, que al no estar correctamente amurado al piso cedió por el peso y se desplomó por completo, provocándole un fuerte impacto en la zona occipital del cráneo. El golpe derivó en un traumatismo craneoencefálico severo, hemorragia otorrinofaríngea y un paro cardiorrespiratorio.

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El pequeño fue trasladado de urgencia al Hospital Isidoro Iriarte, donde ingresó en estado crítico. Los médicos confirmaron graves lesiones intracraneales y una hemorragia interna, y debieron intervenirlo quirúrgicamente por un cuadro abdominal agudo. Tras estabilizarlo, el equipo médico dispuso su traslado al Hospital de Alta Complejidad El Cruce, en Florencio Varela, para recibir soporte vital especializado.

De acuerdo con fuentes sanitarias, el niño permanece internado con diagnóstico de muerte cerebral, mientras familiares, amigos y miembros del club se mantienen en vigilia a la espera de novedades. El episodio generó un profundo impacto en la comunidad educativa y deportiva de Quilmes, que expresó su conmoción y pidió esclarecer las circunstancias del accidente.

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El arco involucrado no estaba fijado al suelo, una condición que habría facilitado el colapso de la estructura metálica. La Policía Científica y la Fiscalía de Quilmes intervinieron en el lugar para realizar peritajes y determinar eventuales responsabilidades en el marco de una investigación penal.

El caso revive el recuerdo de un accidente similar ocurrido semanas atrás en Cipolletti (Río Negro), donde un niño de 10 años murió tras la caída de un arco metálico en el predio deportivo de Isla Jordán. En aquel hecho, la estructura tampoco contaba con anclajes ni medidas de seguridad adecuadas.

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La reiteración de estos siniestros vuelve a poner en debate la falta de controles estructurales en clubes y polideportivos infantiles, donde las medidas de prevención resultan esenciales para evitar tragedias. Entidades deportivas y asociaciones de padres reclamaron protocolos de seguridad más estrictos en todas las instalaciones utilizadas por menores.

Mientras tanto, la comunidad de Quilmes permanece consternada. En redes sociales, docentes, deportistas y vecinos multiplicaron mensajes de apoyo a la familia del pequeño y exigieron justicia. “No puede volver a pasar”, escribió un entrenador del club, en una publicación que resume el dolor compartido por toda la ciudad.

Fuente: Infobae