Estalla la interna peronista: Maite Luque acusó a Macharashvili de “funcional al gobierno de Torres”

El triunfo libertario en Chubut no solo reconfiguró el mapa político de la provincia. También agitó las aguas dentro del peronismo, donde los reproches cruzados se hicieron públicos apenas tres días después de los comicios.

En la sesión del Concejo Deliberante, la concejal Maite Luque apuntó directamente contra el intendente Othar Macharashvili. “Competimos contra aparatos estatales grandes como el nacional y el provincial. Ni siquiera tuvimos el apoyo de nuestro municipio", lanzó sin rodeos.

El mensaje no fue casual. En los pasillos del Concejo aseguran que las tensiones entre el sector de Luque y el actual jefe comunal venían creciendo desde antes de la elección, cuando la conducción local decidió tomar distancia de la campaña provincial.

El diputado electo Juan Pablo Luque ya había expresado su malestar la noche de los comicios, cuando lamentó la falta de respaldo desde su propia ciudad. “Hasta en mi propia ciudad no tuvimos apoyo. Ningún municipio grande estuvo del lado nuestro: ni Rawson, ni Trelew, ni Esquel, ni Madryn, ni Comodoro”, dijo frente a sus militantes.

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Las palabras de Maite Luque confirmaron esa lectura. La concejal, exsubsecretaria de Educación y Políticas Públicas, defendió el trabajo de los militantes y aseguró que las grandes ciudades acompañaron a su candidato a pesar de la falta de apoyo institucional.

Los resultados, dejaron a Othar Macharashvili en una posición cómoda. Su entorno interpreta que el retroceso electoral de Juan Pablo Luque —con 24.000 votos menos en toda la provincia, y 9.000 en Comodoro— lo fortalece políticamente de cara a 2027.

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“Si Juan Pablo quiere ser candidato en 2027, va a tener que acordar con nosotros”, sostienen voces cercanas al intendente, que por ahora mantiene el silencio público y evita responder las críticas.

El peronismo chubutense atraviesa así una nueva etapa de tensiones, entre un sector que busca reorganizarse y otro que prefiere esperar el desgaste del adversario interno. Mientras tanto, la oposición libertaria y el gobierno de Torres aprovechan la división para afianzar su avance territorial.

Lo que sí parece cambiar es el equilibrio de poder dentro del justicialismo, que hoy busca definirse entre la renovación o la ruptura.