Basural argentino figura entre los 50 más contaminantes del planeta: una bomba ambiental al descubierto

Un predio de disposición final de residuos sólidos urbanos en Argentina fue incluido recientemente entre los 50 más contaminantes del mundo, según un informe especializado. El sitio recibe alrededor de 200 toneladas diarias de basura y acumula más de medio millón de toneladas en total. Apenas el 5 % de los residuos generados recibe tratamiento de reciclaje. 

Este escenario se inscribe en un contexto más amplio: en el país habitan más de 5.000 basurales a cielo abierto, muchos sin control técnico, lo que agrava los daños al suelo, al agua subterránea y al aire. La inclusión del vertedero en el listado internacional trae visibilidad al problema ambiental. “Esto representa, paradójicamente, una enorme oportunidad de mejora, de transformarse en ejemplo de sustentabilidad”, advirtió uno de los especialistas entrevistados en el informe. 

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El bajo nivel de reciclaje y la gestión deficiente de residuos coincide con los números nacionales que indican que más del 90 % de los residuos industriales y urbanos no reciben tratamiento adecuado. Desde las organizaciones ambientales señalan que la existencia de un basural de esta magnitud en Argentina contradice las metas de sustentabilidad que las empresas y el Estado promueven. Además, el contraste es notable en un país que busca mejorar su posicionamiento en indicadores ambientales y de gobernanza.

La urgencia se pone de manifiesto en que el impacto ecológico no solo es local sino potencialmente regional: napas contaminadas, emisiones y lixiviados afectan a comunidades aledañas y a generaciones futuras.

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Especialistas insisten en que la solución pasa por políticas integrales: acción estatal, inversión privada, gestión adecuada de residuos y acción local efectiva. Sin una intervención coordinada, el vertedero seguirá funcionando como símbolo del desequilibrio entre promesas verdes y realidades de contaminación.