Denuncian al exjuez Bailaque por frenar durante 14 años la causa del robo de 400 fusiles FAL

Un escándalo judicial con derivaciones internacionales vuelve a sacudir a Rosario. El exjuez federal Marcelo Bailaque fue denunciado ante el Consulado de Brasil por haber frenado durante 14 años la causa por el robo de casi 400 fusiles FAL del Batallón 603 de Fray Luis Beltrán, ocurrido en 2011.

La presentación fue realizada por Carlos Razzetti, hijo del dirigente peronista Constantino Razzetti, asesinado por la Triple A en 1973. El denunciante sostiene que parte de esas armas terminaron en poder del Comando Vermelho de Río de Janeiro, organización criminal vinculada a la reciente masacre en las favelas, que dejó al menos 120 muertos.

“El juez Bailaque pisó la causa del robo de los 400 FAL por un interés económico”, afirmó Razzetti, quien señaló que el exmagistrado mantuvo congelada la investigación durante más de una década, pese a las pruebas que indicaban la magnitud del robo.

El hecho tomó relevancia luego de que un fusil argentino, identificado como parte del lote sustraído del Ejército, apareciera en Brasil durante un operativo contra narcotraficantes. Para Razzetti, ese hallazgo demuestra que la inacción judicial argentina facilitó el ingreso de armas al circuito ilegal internacional.

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En su denuncia presentada ante el cónsul brasileño Julio Glinternick Bitelli, el rosarino expuso que “la responsabilidad recae directamente sobre la Justicia argentina, que permitió que un magistrado corrupto congelara la causa durante 14 años”.

Bailaque, quien renunció a su cargo mientras enfrentaba un jury de enjuiciamiento, fue acusado en distintas causas por cohecho, prevaricato, abuso de autoridad y vínculos con el narcotráfico. Para Razzetti, su accionar en el caso de los FAL forma parte de ese mismo entramado.

El denunciante también recordó que en la causa por el crimen de su padre, Bailaque se negó a reconocer el caso como delito de lesa humanidad y omitió pruebas que apuntaban a los responsables. “Es un juez que impunizó causas sensibles y protegió a poderosos”, agregó.

Según su testimonio, el robo de armas en Fray Luis Beltrán incluyó 43 fusiles registrados oficialmente, pero también unas 2.500 piezas faltantes que, ensambladas, podrían equivaler a casi 400 fusiles completos. “No sería raro que el número final de armas robadas ronde los 443 FAL”, señaló.

Razzetti pidió al Gobierno brasileño sumarse como querellante en la causa argentina y ofreció presentarse como testigo si la Justicia del país vecino lo solicita. En su texto, advirtió que “los magistrados responsables de esta impunidad son los mismos que bloquearon las causas de lesa humanidad”.

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El caso del Batallón 603 sigue rodeado de sombras. El robo se produjo durante la gestión de Agustín Rossi en el Ministerio de Defensa y nunca se esclareció completamente el destino de las armas. Ahora, con la aparición de uno de esos fusiles en Brasil, el expediente reabre un capítulo incómodo para la Justicia argentina.

“Hago responsables a los jueces y fiscales implicados por cualquier cosa que me pase”, concluyó Razzetti, al sostener que sus denuncias apuntan a un entramado de corrupción judicial que permitió el tráfico ilegal de armamento militar argentino.