La sede vecinal del barrio Oeste de Trelew invita a participar de sus talleres culturales

En el barrio Oeste, la sede vecinal volvió a llenarse de vida. Después de varios años de inactividad, los vecinos organizaron talleres, formaron una nueva comisión y recuperaron el edificio, que hoy se convirtió en punto de encuentro para distintas generaciones. El intendente Gerardo Merino se acercó al lugar junto a integrantes de su gabinete para recorrer las instalaciones, conversar con los talleristas y conocer los avances logrados desde que comenzó el proceso de reactivación.

Durante la visita, Merino valoró el esfuerzo de quienes sostienen las actividades y subrayó la importancia del trabajo conjunto con la comunidad. “Acompañar a los vecinos que mantienen estos espacios abiertos es construir una ciudad participativa, con oportunidades para todos”, expresó al finalizar el encuentro.

OTRAS NOTICIAS:

Palabras que lastiman: qué evitar decirle a alguien con ansiedad social

La programación actual incluye más de quince propuestas que van desde guitarra, costura y dibujo hasta espacios de recreación infantil. Uno de los talleres con más asistentes es el de guitarra, coordinado por el profesor Marcelo Bravo, que dicta clases los lunes y jueves por la tarde. “Enseñamos lo básico, pero también buscamos formar un grupo que disfrute de tocar y compartir”, contó el docente, que enseña desde los 18 años.

Bravo destacó que la sede cuenta hoy con acompañamiento municipal y un ambiente de trabajo renovado. “Durante mucho tiempo no había respuesta a nuestras necesidades, pero ahora sentimos apoyo. Están presentes y eso nos motiva a seguir”, dijo. Las clases tienen una cuota accesible de 10 mil pesos y cada participante lleva su instrumento. “Algunos todavía no tienen guitarra, así que pedimos donaciones. La idea es que nadie se quede afuera”, agregó.

OTRAS NOTICIAS:

Derrota de CEC frente a CAI en Comodoro, pero mantiene el segundo puesto

La comisión vecinal, que asumió hace pocos meses, tuvo un papel clave en esta recuperación. Uno de sus miembros, Teodoro Blanco, recordó cómo comenzaron. “Encontramos la sede en malas condiciones, pero nos propusimos levantarla y darle vida otra vez. Hoy se nota el cambio: hay talleres, vecinos que vuelven, chicos participando”, señaló.

Blanco adelantó que ya trabajan en una planificación anual para ampliar las propuestas y sumar nuevas actividades desde el verano. “Queremos que la sede sea un espacio abierto todos los días, con opciones para jóvenes, adultos y adultos mayores. De a poco vamos logrando que el barrio se sienta parte otra vez”, comentó.