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El presidente de Mercado Libre Argentina, Juan Martín de la Serna, reclamó que el Gobierno imponga regulaciones a las plataformas chinas Temu y Shein, que avanzan con fuerza en la región y ya generan preocupación en el comercio local.
“Es importante tener un buen marco regulatorio que sea igual para todos los que compiten”, sostuvo el ejecutivo, quien advirtió que el ingreso masivo de productos asiáticos de bajo costo “corre el riesgo de socavar el tejido productivo local y poner en peligro los empleos en la región”.
De la Serna señaló que la falta de normas equitativas impide crear puestos de trabajo en el país. “Cuando abrís el mercado indiscriminadamente y una empresa asiática te envía productos por barco, en realidad estás dando trabajo a empresas chinas, no argentinas”, afirmó.
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Explicó que la irrupción de estos competidores obliga a Mercado Libre a acelerar inversiones y optimizar su logística, aunque advirtió que el crecimiento descontrolado de las plataformas asiáticas “desequilibra el campo de juego”.
Mientras México, Chile y Uruguay ya aplicaron medidas para endurecer los controles fiscales y de importación, Argentina aún no tomó decisiones concretas para proteger a sus comerciantes locales.
Según datos de Sensor Tower, Temu aumentó un 143% sus usuarios activos en América Latina durante el primer semestre de 2025, alcanzando más de 105 millones de personas. Su fórmula: precios ultrabajos, envío gratuito y una agresiva política de expansión digital.
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Mercado Libre sigue siendo el mayor e-commerce de la región, con más de 112.000 empleados y 27 trimestres consecutivos de crecimiento anual superior al 30%. Sin embargo, su expansión en Argentina se mantiene rezagada frente a otros países.
De la Serna recordó que la empresa invirtió este año USD 65 millones en un nuevo centro logístico en las afueras de Buenos Aires, mientras que su capacidad en el país se había estancado durante años.
El ejecutivo comparó la competencia china con otros rivales. “Amazon nos obligó a subir el listón y ser más agresivos. Pero China es otra historia”, remarcó. “Estas empresas venden productos de baja calidad y eso marca una gran diferencia”.
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