cometa
Después de semanas oculto tras el resplandor solar, el cometa 3I/ATLAS reapareció con una intensidad inesperada. Los científicos celebran su resistencia y la oportunidad de seguirlo mientras continúa su viaje interestelar.
Su paso por el perihelio lo volvió más luminoso. El aumento de brillo permitirá estudiar mejor su composición y trayectoria, un dato valioso para los equipos que lo siguen desde distintos observatorios del mundo.
Detectado por primera vez en 2024, el 3I/ATLAS es el tercer visitante interestelar conocido, después del célebre ‘Oumuamua y del cometa Borisov. Su nombre lleva la “I” de interestelar, un detalle que confirma su origen más allá del sistema solar.
Lo que más sorprende es su comportamiento. La cola del cometa apunta hacia el Sol, un fenómeno inusual que desafía las leyes observadas en otros cuerpos similares. Su velocidad supera los 220 mil kilómetros por hora, un récord incluso para estándares cósmicos.
El astrónomo Qicheng Zhang, del Observatorio Lowell, fue quien logró captar las primeras imágenes tras su paso solar. “Fue emocionante comprobar que sobrevivió al perihelio y sigue intacto”, contó Zhang en sus redes.
Con un telescopio Discovery de gran apertura, detectó al cometa como un punto blanco moviéndose en la oscuridad del espacio. Días después confirmó su reaparición con un equipo personal más pequeño, demostrando la potencia del fenómeno.
Las imágenes, publicadas en sus perfiles científicos, muestran al 3I/ATLAS brillando con una tenue luz verdosa. Zhang señaló que podrían ser las primeras capturas ópticas confirmadas del objeto tras su paso por el Sol.
Ahora, mientras se aleja, el cometa libera gases y partículas que ayudarán a entender su composición química. La NASA estima que su mayor acercamiento a la Tierra ocurrirá en diciembre de 2025, a 270 millones de kilómetros.
Aunque no será visible a simple vista, los astrónomos consideran que este visitante interestelar ofrece una oportunidad única para mirar hacia los límites del universo y descubrir cómo se forman los cuerpos más antiguos del cosmos.
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