

La cumbre en Ezeiza alteró el mapa de San Lorenzo y confirmó un giro institucional que parecía inevitable. La AFA aceptó la acefalía y dejó al club bajo un foco que no se apaga.


Claudio Tapia encabezó el encuentro y escuchó el pedido mayoritario de los dirigentes que reclamaron la salida inmediata del esquema vigente. Todos coincidieron en que la situación ya no admitía demoras.
Marcelo Moretti sostuvo su postura y ratificó que no dará un paso al costado. Su decisión tensionó aún más la charla y reforzó la idea de avanzar con un mando transitorio.
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Sergio Costantino presentó el único plan para conducir esta etapa y aseguró que tiene el dinero para sostener la transición. El proyecto ganó apoyo dentro de la mesa dirigencial.
La AFA pidió que Costantino entregue los avales económicos entre lunes y martes. La validación de esos fondos será condición para avanzar con su conducción, según lo que se conversó en la reunión.

Si los avales se presentan en tiempo y forma, se convocará a una sesión de Comisión Directiva. Allí se ordenará el camino hacia un gobierno acotado y vigilado.
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El esquema financiero propuesto marca que el 66% del dinero aportado regresará durante la transición, mientras que el 33% quedará para el futuro gobierno del club. Ese punto generó debate, pero también mostró acuerdos inesperados.
Tapia aclaró que la administración transitoria tendrá un plazo definido. No será hasta 2027, cuando termina el mandato estatutario, sino un período mucho más breve.
Costantino propuso un año de gestión y Marcelo Culotta pidió elecciones en un máximo de 150 días. Dos visiones distintas para una urgencia que no deja margen.

















