Advierten que no vacunarse aumenta el riesgo de reaparición de enfermedades prevenibles

Incorporar la vacunación como un hábito de vida saludable es fundamental para proteger tanto a las personas como a la comunidad. Así lo subrayaron especialistas en el marco del Seminario de Periodismo en Salud, donde se analizó el impacto de la disminución de coberturas y la necesidad de reforzar la inmunización en todas las etapas de la vida.

Fernando Burgos, pediatra e integrante del Departamento Científico de la Fundación Vacunar, advirtió que “no vacunar a tiempo expone a la población a enfermedades inmunoprevenibles que pueden tener consecuencias graves o fatales”. El médico recordó que la inmunización permitió erradicar la viruela y reducir drásticamente casos de poliomielitis, sarampión y rubéola, pero alertó que los retrasos en los refuerzos podrían revertir esos logros.

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Según el último Informe Nacional de Coberturas de Vacunación, correspondiente a septiembre de 2025, las dosis aplicadas durante los primeros meses de vida presentan mejores niveles —con un 87,1% de cobertura para BCG y 84,7% para la quíntuple—, aunque los refuerzos caen de forma preocupante: en varios casos descienden por debajo del 70%, y apenas superan el 50% en vacunas como la triple viral o la de la varicela en niños de cinco años.

Burgos señaló que “el sarampión puede causar neumonía o encefalitis, y la tos ferina es especialmente peligrosa en lactantes pequeños”, insistiendo en que la falta de vacunación no solo pone en riesgo al individuo, sino que debilita la inmunidad colectiva. Este fenómeno, conocido como inmunidad de rebaño, protege a quienes no pueden vacunarse, como bebés menores de seis meses o personas inmunocomprometidas.

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El pediatra también destacó la importancia de vacunar durante el embarazo, especialmente contra la influenza, el tétanos-difteria-tos ferina y el virus sincicial respiratorio (VSR). Estas inmunizaciones protegen a la madre y generan anticuerpos que se transmiten al bebé, reduciendo el riesgo de complicaciones durante los primeros meses de vida.

Por otro lado, Burgos planteó la necesidad de actualizar los esquemas según la edad, el estado de salud y los factores de riesgo, ya que el sistema inmunológico cambia con el tiempo. “La vacunación no se limita a la infancia, debe acompañarnos toda la vida. Con el envejecimiento, el sistema inmune pierde eficacia, y mantener los refuerzos al día ayuda a prevenir infecciones graves”, explicó.

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En la misma línea, Virginia Verdaguer, directora de Asuntos Médicos para MSD Cono Sur, afirmó que “la vacunación es una herramienta poderosa para protegerse y proteger a los demás”. Destacó que las vacunas activan la producción de anticuerpos que bloquean las infecciones antes de que puedan causar enfermedad.

El Ministerio de Salud recomienda que las personas mayores de 65 años mantengan actualizados sus esquemas y reciban las vacunas contra la gripe y el neumococo, incluidas en el calendario oficial. Los especialistas enfatizan que reforzar la cobertura en ese grupo etario es clave para reducir hospitalizaciones y complicaciones respiratorias.

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En un escenario donde las tasas de vacunación tienden a descender, los expertos insisten en que la prevención debe incorporarse como parte del cuidado cotidiano, desde el embarazo y la infancia hasta la adultez mayor. Las vacunas, recordaron, no solo salvan vidas: también evitan brotes, reducen la resistencia a los antibióticos y fortalecen la salud pública de manera colectiva.

Fuente: NA.