El regreso de Oasis al Monumental movió multitudes y abrió un debate inesperado en redes
Otros Temas16/11/2025
REDACCIÓN
Oasis en Argentina
La vuelta de Oasis sacudió River con una energía que desbordó emociones desde las primeras horas del sábado. Miles de seguidores coparon el Monumental con una ansiedad que se respiraba en cada pasillo, mientras la idea de volver a ver a los Gallagher en un escenario argentino se hacía sentir como un pulso colectivo.
El clima explotó apenas sonaron los primeros acordes, con una tribuna que saltó, cantó y se abrazó como si el tiempo no hubiera pasado. La escena fue inmediata: videos, posteos y reacciones tapizaron las redes, donde la fiesta del estadio se replicó al instante.
En medio de ese torbellino apareció un debate inesperado. Algunos usuarios aseguraron que el público se había mostrado apagado, comentario que chocó de frente con la experiencia de quienes vivieron la noche desde la popular o la platea y describieron un fervor difícil de igualar.
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La discusión tomó otra velocidad cuando una fan italiana intervino con un mensaje que cruzó fronteras. “Pasé la noche despierta hasta las cuatro de la mañana solo para ver al público más bíblico del mundo… Argentina”, escribió junto a un video donde el estadio explotaba en un coro masivo.
El mensaje llegó a donde debía llegar: Liam Gallagher lo leyó y respondió sin filtro. Lo hizo desde su cuenta oficial, fiel a su estilo frontal. “Cada público ha sido bíblico, no discriminamos… pero que Argentina es algo especial es un hecho”, escribió, y la frase ardió en X como un fósforo en nafta.
La aprobación del cantante desató otra ola de reacciones. Miles de usuarios celebraron el gesto y llenaron la red de comentarios que recuperaban momentos de la noche, desde el primer tema hasta los instantes en que el estadio parecía volar por el aire.
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El recital avanzó encendido, con himnos como “Wonderwall”, “Supersonic” y “Don’t Look Back in Anger” cantados con una fuerza que atravesó generaciones. La conexión entre los Gallagher y el público argentino se sintió desde el arranque, sólida, directa, casi tribal.
Uno de los momentos más comentados llegó cuando Liam apuntó a la prohibición de alcohol en el Monumental. “Son los número uno, incluso sin el alcohol”, lanzó entre risas, y el estadio estalló como si fuera otro estribillo clásico.
El cierre dejó un recuerdo imborrable. Tras “Champagne Supernova”, Liam y Noel se abrazaron en el centro del escenario, gesto breve pero contundente, que se replicó en miles de pantallas y se transformó en símbolo de una noche que ya quedó en la historia. El anuncio de un nuevo show solo estiró la emoción y dejó a todos contando los días.
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