Alcaraz se baja de la Copa Davis por una lesión y España pierde a su figura central

España recibió un golpe inesperado a pocos días del inicio de la Final 8 de la Copa Davis 2025 en Bolonia. Carlos Alcaraz, número 1 del mundo, decidió no participar debido a un edema en el isquiotibial derecho, una dolencia que arrastra desde su exigente final de las ATP Finals frente a Jannik Sinner, disputada recientemente en Turín.

La Real Federación Española de Tenis confirmó la noticia mediante un comunicado en el que informó que los estudios realizados en Italia descartaron cualquier posibilidad de que el tenista integrara el equipo que conduce David Ferrer. La recomendación médica fue tajante: evitar la competencia para no agravar la lesión.

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Alcaraz expresó su dolor por la decisión y lo hizo con palabras que reflejan la importancia que le asigna a representar a su país. “Siento muchísimo anunciar que no voy a poder jugar la Copa Davis. Tengo un edema en el isquiotibial y la recomendación médica es no competir. Siempre he dicho que jugar por España es lo más grande y me hacía mucha ilusión. Me voy dolido a casa”, señaló el jugador, que venía de completar una temporada notable con títulos en Roland Garros y el US Open, además de un registro sobresaliente de 71 victorias y solo nueve derrotas.

La baja modifica por completo el panorama para España, que pierde a su principal referencia en un contexto que ya asomaba exigente. El equipo deberá afrontar los cuartos de final ante República Checa con una formación integrada por Jaume Munar, Pablo Carreño, Pedro Martínez Portero y Marcel Granollers, quienes deberán asumir un rol protagónico en ausencia del líder indiscutido del seleccionado.

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Para Ferrer, la reconfiguración del plantel implica ajustar esquemas y apoyarse en la experiencia acumulada de los convocados, en un torneo que suele exigir intensidad, precisión y regularidad. En ese sentido, la salida de Alcaraz no solo altera la estrategia española, sino que reconfigura el mapa competitivo de una Copa Davis que año tras año se vuelve más disputada.

La noticia, que llega apenas días después de la dura final disputada con Sinner, aumentó la preocupación en el entorno del jugador y dejó al equipo español ante un desafío mayor, obligado a recomponer fuerzas y sostener el rendimiento sin su figura más influyente.