La cosecha de cerezas sigue en pie y productores confirman que el temporal no alteró los envíos
Chubut19/11/2025
Ariel Gomez
Cerezas
La región valletana respira con alivio luego de un temporal que generó preocupación en los productores frutícolas por el riesgo de pérdidas a muy pocos días del comienzo de la cosecha. El productor y referente del sector, Julio Kresteff, confirmó que “no se ve el daño que pensábamos que iba a ocasionar” tras recorrer varias chacras para evaluar el estado de las plantaciones. Su diagnóstico fue inmediato: el viento solo afectó algunos sectores puntuales, sin impacto serio en la producción general.
En diálogo con El Quinto Poder por #LA17, Kresteff describió un escenario diametralmente distinto al que temían los productores. Sostuvo que “estamos a nada de empezar a cosechar” y proyectó que la actividad comenzará entre el 24 y el 25 de noviembre si el clima acompaña. El temporal dejó ramas dañadas en zonas expuestas, pero no alteró la cantidad de fruta disponible para la venta, un dato central a esta altura del calendario.
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El contraste con el año pasado fue inevitable. Recordó que “en dos chacras perdimos casi 600.000 kilos de fruta” cuando la cosecha se encontraba a tres días de empezar, un golpe que desordenó la planificación anual y dejó a la cooperativa en una situación compleja por haber adquirido insumos para una producción muy superior a la que finalmente lograron recolectar. Este año el panorama es otro y los productores prefieren mantener la cautela, aunque reconocen una proyección de rendimiento estable.
La continuidad de los compromisos comerciales formó parte de la conversación. Kresteff explicó que toda la fruta destinada a exportación ya tiene destino asegurado y que la relación con clientes estadounidenses sostiene un vínculo de larga data. Afirmó que “está toda la fruta vendida” y que la continuidad del acuerdo garantiza estabilidad de precios y previsibilidad en la planificación logística. Para el mercado interno, la cooperativa mantendrá su estrategia de ubicar la misma fruta de exportación en puntos clave del Valle y la costa, con buena aceptación de los consumidores por la calidad del producto.
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La dimensión laboral también siguió vigente. Kresteff detalló que la cooperativa sostiene un esquema que integra a trabajadores locales, jóvenes formados en escuelas agronómicas y cuadrillas estables que regresan cada año. Señaló que “el 90% del personal es de la zona” y que esta política permite consolidar mano de obra capacitada, reducir rotación y sostener la calidad del trabajo durante la temporada más exigente. Las cuadrillas externas quedan reservadas para chacras con mayor volumen, aunque cada año se incorpora más personal local.
El mercado internacional aparece como un punto atractivo por la seguridad contractual. Kresteff destacó que “es un muy buen mercado”, aunque reconoció que no es un destino de precios altos, sino de previsibilidad. Los programas se elaboran con meses de anticipación y los supermercados estadounidenses exigen regularidad en volúmenes y calidad. Esa exigencia marca el ritmo del trabajo local, donde cada kilo comprometido debe llegar en tiempo y forma.
En el mercado regional, la demanda mantiene un nivel sostenido para fruta de calidad superior. La competencia con cerezas chilenas de descarte y productos de otras provincias no altera la estrategia del Valle, que se concentra en vender fruta con estándares exportables. kresteff explicó que “cuando el producto es bueno, la gente vuelve y compra”, incluso si existen diferencias de precio con fruta de menor calidad destinada a procesos industriales, como dulces o licores.
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El agregado de valor ganó espacio durante la charla. Kresteff adelantó que varios productores del Valle avanzan con bombones de cereza, licores y gin elaborado con fruta local, iniciativas que buscan aprovechar los kilos descartados para exportación. Para el próximo verano se espera la presentación comercial del primer gin regional elaborado íntegramente con cerezas del Valle, que ya obtuvo un reconocimiento previo en concursos especializados.
La infraestructura hídrica también tuvo un rol central durante el temporal. Kresteff relató que “bajamos mucho el canal para evitar daños mayores”, una decisión preventiva que redujo riesgos de desbordes y evitó que las ráfagas provoquen efectos más graves en chacras con gran volumen de agua. Las cuadrillas trabajaron durante toda la noche para despejar ramas caídas y asegurar el riego, una tarea que permitió retomar la actividad sin complicaciones.
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El productor reiteró que la temporada continúa según lo previsto y que la fruta llegará a los mercados locales y externos con la misma calidad que distingue a la región. Aseguró que “el producto que comemos acá es el mismo que se come en cualquier parte del mundo”, un mensaje que resume la estrategia del sector en uno de los momentos más sensibles del año.
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