La comisión del senado rechazó el pliego de Villaverde en una decisión que anticipa un gran debate

La Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado decidió rechazar por mayoría el pliego de la senadora electa por Río Negro, Lorena Villaverde, en una jornada atravesada por tensiones políticas y discusiones sobre los límites éticos para ocupar un cargo legislativo. El dictamen negativo reunió doce firmas sobre un total de diecinueve y dejó planteado un escenario adverso para la legisladora libertaria antes de la sesión del 28 de noviembre, cuando el cuerpo deberá votar si puede o no asumir la banca.

El peronismo había adelantado su rechazo desde el primer momento, apoyado en los antecedentes judiciales de Villaverde en Estados Unidos y en sus relaciones con Fred Machado, extraditado por causas vinculadas al narcotráfico y el lavado de dinero. Para la oposición, ese conjunto de antecedentes vuelve incompatible a Villaverde con el ejercicio de una responsabilidad institucional de alto impacto público.

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La comisión elaboró dos dictámenes de mayoría: uno que aprobó los diplomas de los senadores electos excepto el de Villaverde y otro que directamente rechazó su título. A los ocho senadores del peronismo se sumaron Guadalupe Tagliaferri del PRO, Pablo Blanco de la UCR, Juan Carlos Romero de Cambio Federal y Alejandra Vigo de Unidad Federal, lo que consolidó una mayoría inesperada para el oficialismo libertario.

El clima se tensó aún más cuando circuló un dictamen alternativo que excluía a Jorge Capitanich y Martín Soria. La maniobra generó un rechazo inmediato del peronismo y de Romero, quienes se retiraron y desconocieron el documento. Finalmente, se presentó un único dictamen de mayoría que incluyó a los veintitrés senadores electos y un artículo específico que rechazó el pliego de Villaverde.

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En paralelo, La Libertad Avanza anunció que presentará un dictamen de minoría para apoyar a Villaverde y cuestionar los diplomas de Capitanich y Soria. Esa estrategia busca sostener un relato interno que denuncie una supuesta persecución política, aunque no logró modificar la correlación de fuerzas en la comisión.

Los cruces discursivos marcaron uno de los momentos más intensos del encuentro. José Mayans, presidente del bloque de Unión por la Patria, afirmó que Villaverde “no puede estar en el Senado de la Nación” por su antecedente penal en Estados Unidos. Juan Carlos Romero, cercano en ocasiones al oficialismo, sorprendió al remarcar que “una cosa es una acusación política y otra haber pasado por la justicia penal norteamericana”, referencia que inclinó el peso político del dictamen.

En respuesta, Luis Juez sostuvo que las acusaciones contra Villaverde “son falsas” y que la documentación judicial no sostiene las denuncias. El libertario Juan Carlos Pagotto citó el artículo 55 de la Constitución para advertir que el Senado no puede evaluar “condiciones morales” sin mayoría calificada, lo que despertó críticas cuando relativizó los vínculos personales de la dirigente.

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La senadora Tagliaferri respondió con dureza al señalar que “no da lo mismo tomar un avión narco que uno no narco”, frase que reflejó la gravedad del debate sobre los antecedentes de Villaverde. Anabel Fernández Sagasti cerró la discusión con un mensaje contundente: el Senado tenía “la oportunidad de no abrirle la puerta al crimen organizado”.

La definición final llegará en el recinto, donde cada bloque deberá sostener públicamente su posición en un debate que podría marcar un precedente sobre los límites éticos para ocupar cargos legislativos y sobre la capacidad del Senado para autorregular su propia composición.

Fuente: Infobae