El precio de la carne vuelve a trepar y alerta al mercado por la presión interna y externa

El precio de la carne suma otro salto y enciende alarmas en todo el sector. En las últimas semanas subió en promedio un 15% y las expectativas marcan que la tendencia seguirá firme, impulsada por una oferta limitada y por señales de un mercado externo cada vez más activo.

Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores, explicó que el ajuste se mantiene desde octubre. “La carne subió un 15%; los valores se van a afianzar, no van a bajar y van a seguir en alza”, señaló en diálogo con Agencia Noticias Argentinas. Afirmó que pese a los aumentos, la demanda en el mostrador se sostiene.

Pedace describió un escenario curioso en el consumo diario. “Una pizza vale 35 mil pesos y la picada 9 mil el kilo, entonces la gente ve la carne como barata”, sostuvo. Esa comparación mantiene las ventas y retrasa un freno brusco en el consumo, aunque los bolsillos siguen bajo presión.

El comportamiento de los precios cambia según el corte. El dirigente explicó que la temporada modifica la demanda: milanesa, churrascos y parrilla ganan terreno, mientras que los cortes para puchero pierden movimiento. “Hay partes del animal que suben más que el promedio”, comentó, y agregó que el público compra de manera anticipada por temor a nuevas subas.

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La mirada del sector también apunta al futuro de la producción. Para Pedace, “hace falta una política previsible, que no cierre exportaciones y deje al dólar libre” para recuperar el stock ganadero. Considera que ese marco permite que el productor invierta con menos incertidumbre.

La demanda externa agrega otro factor de presión. “Los chinos empezaron a comprar bife de chorizo y están probando carne buena”, advirtió. A eso sumó un dato preocupante: hay menos superficie destinada a la cría y riesgo de caída en la disponibilidad de hacienda.

El tamaño de los animales también influye. En Argentina se faenan ejemplares livianos, de unos 300 kilos, mientras que Estados Unidos exige novillos de 500 kilos, grasa 3 y mayor volumen, lo que tensiona la capacidad de responder a mercados de alto valor.

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El CEPA detectó una aceleración de precios hacia fin de año. Señaló que la carne aumentó 4,4% en octubre y 11,4% en los primeros diez días de noviembre. Ese movimiento anticipa ajustes fuertes en el comercio minorista, con impacto directo en los hogares.

El análisis también remarca que el consumo interno cae por la pérdida de poder adquisitivo. “La evolución salarial limitada reduce la capacidad de compra y contrae la demanda de carne vacuna”, indicó el informe.

Aun así, la CICCRA registró una mejora interanual en el promedio móvil de 12 meses: el consumo per cápita llegó a 49,5 kilos anuales a septiembre de 2025, un repunte del 4,4%. Sin embargo, sigue 7,3% por debajo de los niveles de 2023, lo que muestra un mercado todavía golpeado.