Supermercados anticipan un verano con señales de mejora pese al deterioro financiero registrado en octubre

El sector supermercadista atravesó en octubre un clima de evaluación compleja que contrastó con el cambio de expectativas observado para el trimestre siguiente. El relevamiento difundido por el INDEC mostró que el 30,8% de los empresarios calificó la situación comercial como mala, mientras que la mayoría la consideró “normal”. A pesar de ese registro negativo, las proyecciones para noviembre de 2025 a enero de 2026 comenzaron a delinear un escenario más alentador, con 32,1% de firmas que espera mejoras y solo un 6,4% que prevé un deterioro.

El informe también reflejó tensiones en los niveles de stock. Aunque 62,8% de los encuestados afirmó que son normales, un 20,5% los describió por debajo del promedio histórico, lo que dejó un balance levemente negativo. En paralelo, el Índice de Condiciones Empresariales avanzó hasta 2,1%, una señal que muestra un ligero giro hacia percepciones más favorables.

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La situación financiera volvió a ser uno de los puntos más sensibles. La mayoría, 74,4%, afirmó que sus cuentas se mantienen en un punto “normal”, pero 19,2% reconoció un deterioro, y solo una minoría adjudicó una mejora. El saldo final fue negativo, lo que evidencia que la presión financiera continúa afectando al sector incluso en un contexto de inflación más estable.

El acceso al crédito se consolidó como una preocupación creciente. Solo 5,1% de los supermercados y autoservicios mayoristas interpretó que obtener financiamiento es “fácil”, en contraste con 39,7% que lo consideró directamente “difícil”. Este balance dejó un resultado general de –34,6%, una señal que refleja el impacto de las tasas y de un sistema financiero más restrictivo. El indicador de difusión, por su parte, alcanzó los 32,7 puntos, lo que confirma un repunte marginal en relación con meses anteriores.

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La demanda se mantuvo como el principal condicionante para expandir la actividad. El 55,8% de las empresas identificó al consumo como su mayor limitación, seguida por el costo laboral, mencionado por casi un cuarto de los comercios. La preocupación por el financiamiento también escaló y ya es señalada por 7,8% de las firmas, lo que muestra un aumento significativo respecto del informe previo.

A pesar de estos factores adversos, el cambio en las expectativas para el verano sugiere que los supermercados y autoservicios mayoristas observan un margen para la recuperación. Las previsiones positivas detectadas por el INDEC en la última medición anticipan un período en el que el sector espera consolidar un mejor ritmo de ventas, aunque condicionado por niveles de financiamiento que continúan en el centro de las inquietudes empresariales.

Fuente: Ámbito.