
El plantel del Pincha dió la espalda en el pasillo y manifestó su rechazo por la designación de Rosario Central como campeón
Deporte23/11/2025
REDACCIÓN
El Gigante de Arroyito respiró un aire pesado desde el primer minuto, cuando Estudiantes acató la orden de la AFA y realizó un pasillo que terminó convertido en una postal de protesta. La escena rompió con la tradición del fútbol argentino y abrió un debate que no bajó la intensidad en ningún momento.


El gesto lo habían anticipado en La Plata desde el ruido interno que generó la decisión de declarar campeón a Rosario Central por su posición en la tabla anual. En ese contexto, el pedido de la AFA para aplicar el pasillo terminó de encender la indignación en el plantel y en la dirigencia. “No se realizó ninguna votación respecto del reconocimiento del título de Campeón de Liga 2025”, publicó el club en sus redes sociales, en un mensaje directo al corazón de la polémica.
La respuesta de la Liga Profesional no fue menos contundente. Horas antes, la LPF comunicó que la medida fue “aprobada por unanimidad” en el Comité Ejecutivo, lo que dejó al descubierto una contradicción que potenció el clima de sospecha. Mientras las versiones se cruzaban, en Arroyito se preparaba una escena inédita.
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El Pincha se formó, abrió el pasillo y, en el instante decisivo, todos sus futbolistas giraron para dar la espalda a Ángel Di María y al resto del plantel canalla. El silencio inicial del estadio se quebró con un murmullo generalizado y, en segundos, con un aluvión de silbidos mezclados con aplausos irónicos.
La acción no surgió de un impulso individual. Según reveló el periodista Federico Bueno durante la transmisión oficial, Estudiantes actuó después de una conversación interna: “Tuvo una charla con los referentes y les dio su opinión. Les sugirió un pasillo de espaldas y brazos cruzados”, aseguró. La orden llegó desde arriba, con Juan Sebastián Verón como figura central de la postura institucional.
En las tribunas, la reacción fue inmediata. “El que no salta, es un inglés”, tronó desde los cuatro costados en referencia directa al presidente del Pincha. El canto reflejó el fastidio local y, al mismo tiempo, animó una ceremonia que perdió el tono celebratorio que buscaba la AFA.
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La formalidad del pasillo nació como un acto voluntario en distintas ligas del mundo, sin presencia fija en reglamentos ni protocolos. Por eso generó sorpresa la decisión de exigirlo en este choque de octavos del Torneo Clausura. En la previa ya había quedado claro que no existía respaldo normativo, pero también que la postura dirigencial de la AFA apuntaba a instalar la costumbre como parte del calendario oficial.
Con la consagración de Central como campeón anual, la Asociación adelantó que ese reconocimiento recaerá de ahora en adelante en todos los equipos que terminen en lo más alto del acumulado. El Canalla celebró el anuncio y lo hizo con un ícono como Di María, que escribió en sus redes: “La gloria no tiene precio. Campeón de liga 2025. Vamos Central”.
El gesto de Estudiantes dejó una señal que seguirá dando vueltas: el fútbol argentino sumó un nuevo ritual, pero también una grieta que promete más capítulos.
















