Provincia activa un sistema obligatorio para detectar empleados en condiciones de jubilarse y acelerar las bajas

La provincia puso en marcha un protocolo que cambia la gestión interna de las jubilaciones en la administración pública. A partir del Decreto N° 795/25, que modifica la normativa vigente desde 1981, cada área estatal debe detectar de forma obligatoria a los empleados que ya cuentan con la edad y los años de aportes necesarios para iniciar su expediente. “Apuntamos a más celeridad y eficacia en los trámites jubilatorios”, expresaron fuentes oficiales.

La responsabilidad inicial recae en todas las dependencias públicas. Deberán identificar a las mujeres que alcanzaron los 60 años con 30 de aportes y a los hombres de 65 años con igual carga previsional. El objetivo es evitar demoras y asegurar que los agentes que ya cumplen los requisitos inicien el camino hacia la jubilación sin prolongar su permanencia en funciones.

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Una vez detectado el caso, el Sectorial de Personal debe verificar cada dato: fechas de ingreso, períodos trabajados, aportes declarados y cualquier antecedente laboral. Esa certificación será el documento central para presentar ante el ISSyS, paso indispensable para avanzar con el trámite. “Es una verificación crucial para confirmar la situación ante la Caja”, remarcaron.

Cuando la autoridad certifica que el agente ya puede jubilarse, comienza el proceso de cese. Desde la notificación, el empleado tiene un plazo máximo de noventa días corridos para realizar su trámite. Pasado ese tiempo, la baja se concreta sin excepción, salvo un caso puntual: si la máxima autoridad del organismo declara que el agente resulta imprescindible. Esa excepción debe estar fundada, dura un año y solo puede renovarse una vez.

El protocolo también contempla situaciones que exigen una baja inmediata. Si el trabajador obtiene el beneficio jubilatorio antes del vencimiento del plazo de 90 días, el cese se ejecuta de forma automática desde la fecha del otorgamiento. La excepción no se aplicará si el agente continúa aportando a la caja provincial.

Las circulares internas remarcan obligaciones y responsabilidades. El funcionario que no cumpla con el procedimiento de detección y certificación responde administrativamente. El esquema incluye un punto sensible: el abandono de servicio. Si el agente deja de asistir dos días corridos o cinco discontinuos durante el período de preaviso, la baja se dictará sin necesidad de intimarlo.

El sistema también prevé casos donde el empleado tiene años aportados en distintas cajas, incluido ANSES, y establece pautas para la llamada Jubilación por Edad Avanzada. El objetivo final es ordenar el tránsito hacia el retiro, evitar superposiciones, reducir demoras y actualizar la nómina estatal según lo previsto en la legislación previsional.