Francia endurece sanciones y aplicará multas de hasta 20 mil euros a pasajeros con conductas disruptivas

Francia avanzó hacia un esquema más estricto para combatir los incidentes que se multiplicaron en aviones de su territorio y del resto de Europa. El ministro Philippe Tabarot advirtió que “el comportamiento disruptivo en los aviones es cada vez más común y resulta inaceptable”, una frase que acompañó la presentación del decreto que ya rige y que habilita multas de hasta 10.000 euros, y de 20.000 euros en caso de reincidencia. El funcionario justificó la medida en el aumento sostenido de episodios que complican la seguridad y alteran el trabajo de las tripulaciones.

En los últimos meses, distintos organismos aerocomerciales vienen registrando un alza significativa en los reportes. Las agencias europeas identifican entre 200 y 500 incidentes mensuales, mientras la Asociación Internacional de Transporte Aéreo señaló en 2024 la presencia de un comportamiento anormal cada 395 vuelos. El contexto impulsó a Francia a establecer una base de datos nacional donde las aerolíneas reportarán situaciones que luego serán evaluadas por la Autoridad de Aviación Civil.

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El decreto detalla cuáles serán las conductas que habilitan sanciones. El uso de dispositivos electrónicos cuando la tripulación lo prohíbe, cualquier acción que obstruya misiones de seguridad y la negativa a cumplir instrucciones figuran entre los supuestos que pueden derivar en multas. El texto oficial aclara que las sanciones podrán llegar a 20.000 euros cuando la conducta sea reiterada, y que podrán aplicarse a todos los vuelos operados por compañías con licencia francesa.

El régimen incorpora además la posibilidad de adoptar medidas más severas. En casos graves, se podrá resolver la prohibición de embarque por un periodo de hasta cuatro años, una herramienta que busca prevenir episodios que pongan en riesgo a pasajeros y equipos de vuelo. Las personas involucradas tendrán un plazo de un mes para presentar observaciones ante el Ministerio de Aviación Civil, según lo establecido por la normativa.

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Las autoridades remarcaron que las consecuencias administrativas no excluyen acciones penales. Los incidentes más violentos o que comprometan la operación del vuelo podrán ser perseguidos judicialmente y derivar en penas más fuertes. El propio Tabarot reforzó esa idea al señalar que “este nuevo marco regulatorio envía un mensaje contundente: el comportamiento disruptivo ya no será tolerado y estará sujeto a sanciones administrativas efectivas”, una declaración que buscó dejar en claro el alcance del cambio.

El ministro recordó que existen figuras penales aplicables a hechos que exceden el marco civil y administrativo. Las infracciones más graves pueden implicar hasta cinco años de prisión y multas que lleguen a 75.000 euros, una advertencia que subraya el nivel de preocupación con el que Francia sigue esta problemática. En un escenario con mayor movimiento aéreo y más reportes de irregularidades, el país busca fijar límites firmes y garantizar estándares de seguridad más robustos.

Fuente: LA NACIÓN.