AFA en tensión: el pasillo de espaldas de Estudiantes desató un expediente conflictivo
Deporte24/11/2025
REDACCIÓN
Pasillo de campeones
El cruce entre Estudiantes y Rosario Central dejó una postal que superó el resultado. Mientras el Gigante de Arroyito celebraba la consagración del Canalla como Campeón de Liga 2025, el plantel pincharrata dio el pasillo de espaldas y provocó un temblor institucional que ya llegó al Tribunal de Disciplina. La reacción, directa y contundente, abrió una grieta que no deja de crecer.
La AFA actuó de inmediato y abrió un expediente por la postura del plantel. El boletín oficial señaló que intervino por el comportamiento del equipo platense antes del inicio del partido. Para la entidad, el gesto contradijo el protocolo definido por la Liga Profesional, que horas antes había anunciado la realización del pasillo en honor al campeón anual.
El Tribunal exigió descargos a la dirigencia encabezada por Juan Sebastián Verón y al capitán Santiago Núñez. “Antes de resolver corresponde garantizar el ejercicio del derecho de defensa”, indicó el documento, que otorgó un plazo de 48 horas. La formalidad del texto contrasta con el ruido que generó la escena en plena cancha.
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Los jugadores que participaron del pasillo también deberán ser notificados. El Tribunal quiere saber si recibieron indicaciones o si la decisión surgió del propio grupo. Esa orden agregó presión a un conflicto que cruzó límites deportivos y se metió de lleno en la política interna del fútbol argentino.
El árbitro del partido, Pablo Dóvalo, aportó su mirada con tono sorprendido. “No me avisó nadie que iban a hacer eso”, afirmó después del encuentro. Explicó que consignó el episodio en su informe porque el protocolo no se cumplió. “A mí se me informó algo y no sucedió, lo informo y punto”, aclaró con una naturalidad que contrastó con el revuelo general.
La protesta de Estudiantes está vinculada al rechazo del club a la designación de Rosario Central como campeón. En sus redes sociales, la institución platense remarcó que no existió votación para aprobar el título y que su postura no fue considerada. La versión de la Liga Profesional contradijo ese comunicado y aseguró unanimidad en el Comité Ejecutivo.
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En medio del debate, Verón publicó un mensaje que reforzó la identidad pincharrata. “Vamos nosotros”, escribió, acompañado por una histórica frase de Mariano Mangano que apeló a la mística del club. La cita buscó levantar el ánimo tras la victoria y la clasificación, pero también dejó en claro el tono de la respuesta institucional.
Las voces de Central aparecieron después y encendieron más el conflicto. Ángel Di María trató de quitar dramatismo y contó que un jugador rival le adelantó cómo iba a ser el pasillo. “Nos sentimos campeones”, afirmó, convencido de la legitimidad del reconocimiento. Su versión contrastó con la del técnico Ariel Holan, más duro y crítico.
“Para mí fue una falta de respeto”, lanzó Holan, molesto por el gesto del rival. Para el entrenador, el conflicto pertenece a los directivos y no a los futbolistas. Su lectura sumó un capítulo más a un episodio que todavía no encuentra cierre.
La tensión ya superó el campo de juego y entró en la órbita disciplinaria de la AFA. Con los descargos en marcha y posturas opuestas entre clubes, la escena del pasillo de espaldas quedó instalada como uno de los momentos más calientes del año.
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