

La llegada del verano empieza a sentirse en San Martín de los Andes y el intendente Carlos Saloniti se adelantó al movimiento turístico con un mensaje directo a los comerciantes locales. El jefe municipal pidió evitar aumentos excesivos en servicios y consumos para no espantar visitantes en una temporada que promete ser decisiva para la economía regional. “Hay que tener sentido común para fijar tarifas”, advirtió.


Aunque el cuadro tarifario que el municipio sugerirá como referencia para los prestadores todavía no tiene fecha de publicación, Saloniti reconoció que la estabilidad económica de los últimos meses permite proyectar valores razonables para alojamientos, excursiones y gastronomía. El mandatario pidió que esa previsibilidad no se rompa con aumentos que puedan condicionar la llegada de turistas.
El planteo surge después de un invierno flojo para la ciudad cordillerana. De acuerdo con el Observatorio Turístico de la Secretaría de Turismo de Neuquén, la ocupación entre mayo y julio fue del 49,41%, muy por debajo del 75% que la localidad solía registrar en años previos. La falta de nieve y un contexto económico adverso dejaron números negativos para hoteles, restaurantes y comercios.
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Por eso, Saloniti pidió no intentar recuperar en verano lo que se perdió en invierno a costa de precios altos. Según afirmó, el diálogo con cámaras turísticas y gastronómicas es permanente y existe coincidencia en la necesidad de ofrecer “tarifas lógicas” para competir en un mercado en el que las familias ajustan gastos y comparan destinos.
El intendente consideró que las condiciones actuales obligan a reforzar la estrategia para captar visitantes. “No hay mucha liquidez y el tipo de cambio hace que el exterior esté muy competitivo”, señaló, insistiendo en que la ciudad debe “cuidar” a los turistas con decisiones sensatas para que el verano sea una oportunidad real de recuperación.
Saloniti destacó que San Martín de los Andes sigue siendo uno de los destinos más elegidos de la Patagonia, pero aclaró que esa posición no garantiza resultados sin planificación ni responsabilidad comercial. Insistió en que el verano se juega en la relación precio-calidad y en la experiencia global del visitante.
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En los próximos días, el municipio terminará de definir el esquema de tarifas sugeridas para la temporada, que servirá como brújula para hoteles, cabañas, excursiones, prestadores lacustres y comercios. Aunque no será obligatorio, el objetivo es evitar distorsiones y garantizar competitividad frente a otros puntos turísticos de la cordillera.
El mensaje del intendente apunta a evitar que se repita el escenario del invierno, que golpeó no sólo a los negocios vinculados al turismo sino también a la actividad económica general de la ciudad. La expectativa es que la temporada estival ayude a recomponer ingresos y mejore el ánimo de un sector que viene de meses difíciles.
Además, el municipio busca consolidar la relación con el visitante en un contexto nacional donde las escapadas de verano conviven con opciones en países limítrofes. Mantener precios justos, aseguró Saloniti, es una condición imprescindible para no perder competitividad.
Saloniti sostuvo que la prioridad es que la ciudad “no se vuelva inaccesible” y que cada turista se sienta bien recibido. “Si la temporada es buena, todos ganamos: comerciantes, trabajadores y la comunidad”, sostuvo en sus declaraciones.
La advertencia llega en un momento clave: diciembre suele marcar el pulso del inicio de la temporada alta, y el comportamiento de precios determinará buena parte del flujo turístico. El intendente pidió compromiso y responsabilidad para encarar una etapa que puede ser bisagra para el turismo neuquino.

















