Shakira abre su intimidad en plena gira y llega a Argentina con un mensaje potente

En medio de una gira triunfal y un reencuentro profundo con su historia, Shakira abre su intimidad, habla de su papá, de sus hijos y de una fuerza interna que descubrió cuando creyó que ya no tenía resto. Una confesión que marca otra etapa.

La imagen de su papá de 94 años la atraviesa. “Mi papá ha sido mi mejor amigo, mi maestro, mi muso”, dice mientras sostiene la foto como si guardara un tesoro. El vínculo vuelve a moverle algo interno y la deja expuesta en un modo que pocas veces muestra.

Ella explica que sus hijos son su refugio y su motor. “Son mis dos luceros, mis soles, mi mundo”, expresa antes de mencionar que cada decisión pasa por ellos. Esa devoción define su presente y le da una dirección emocional que no negocia.

En pleno tramo sudamericano del Las Mujeres Ya No Lloran World Tour, siente que su identidad artística y personal se mezcla de una manera distinta. Camina estadios completos, suma fechas y crea perfumes que la conectan con otra parte de su sensibilidad.

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La perfumería se volvió un espacio donde experimenta sin límites. “Hacer perfumes también es pura creatividad”, cuenta mientras compara esencias con melodías y capas aromáticas con acordes. Ese juego le permite explorar otro costado de su lenguaje.

Hoy se reconoce en una etapa guiada por la presencia femenina que la rodea. “Este es un momento donde lo femenino gobierna”, afirma al destacar el sostén de amigas y mujeres que la acompañan en el camino. Ese ambiente la abraza y la impulsa.

Cuando mira una foto de sus comienzos, se ríe de sí misma y del largo trayecto que la trajo hasta acá. Se mira morocha, joven, ingenua, y entiende que recorrió muchas vidas en una sola. Ese viaje la fortaleció y le dejó marcas que ya aprendió a leer.

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Lo dice con una firmeza serena: “Las cosas que más temí que me pasaran, ya me pasaron. Y las sobreviví”. Dejó atrás la idea de fragilidad y ahora reconoce la resistencia que la sostuvo cuando sintió que se quedaba sin aire.

Pero hay una frontera emocional que no pierde de vista: sus hijos. “Lo único que me puede desestabilizar es lo que tenga que ver con ellos”, confiesa al aceptar que todo lo demás ya lo atravesó y lo convirtió en impulso para seguir.

Sus shows en Argentina llegan en un momento arrollador. Cinco fechas que celebran su carrera, sus fases, su potencia en escena y esa vulnerabilidad nueva que el público recibe como parte de su transformación. Shakira vuelve al país con la certeza de que cada canción deja una huella compartida.