
Whirlpool cierra su planta en Pilar y deja 220 despedidos mientras Essen suma nuevas bajas por la caída del consumo
Actualidad27/11/2025
Sergio Bustos
El golpe más fuerte se sintió en Pilar. Whirlpool comunicó el cierre de su planta de lavarropas en el Parque Industrial de Fátima, una decisión que deja 220 trabajadores sin empleo y altera la dinámica productiva de una zona que depende de la industria para sostener actividad.


La noticia llegó durante una reunión con el personal. Directivos de la compañía confirmaron el cierre y abrieron una negociación con la Unión Obrera Metalúrgica para fijar un paquete de salida con la indemnización correspondiente más una suma adicional. La UOM intenta que el acuerdo contemple la situación social de cada trabajador.
En su comunicado oficial, la firma brasileña fue categórica al señalar que “esta decisión implica una reconfiguración estructural de la operación en la Argentina”. El mensaje dejó en claro que la compañía mantendrá presencia comercial y de servicios, pero reducirá su rol en la producción local.
A partir de ahora, Whirlpool abastecerá el mercado con productos importados. La empresa busca sostener la venta de electrodomésticos, repuestos y accesorios, aunque ya sin una línea industrial propia en el país. El cambio deja atrás años de producción local y modifica el perfil del sector.
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El cierre llega en un momento crítico para la industria, afectada por la caída del consumo interno y el aumento de productos extranjeros que ingresan a precios más bajos. En los pasillos de la planta, los empleados manifestaron preocupación por el impacto inmediato en las familias y en el comercio de la zona.
La situación no es aislada. En Venado Tuerto, Essen desvinculó a más de 30 trabajadores y agravó el panorama laboral de la región. La empresa informó que “en los últimos meses, la demanda disminuyó y obligó a realizar algunas desvinculaciones para adecuar la producción”, una explicación que repite el diagnóstico que atraviesa a todo el sector.
Según datos de la propia firma, 12 despidos corresponden a empleados efectivos y 17 a personal eventual. La medida busca ajustar el nivel de actividad a la baja de ventas, un problema que se profundizó durante el segundo semestre.
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El secretario general de la UOM Venado Tuerto, Diego Olave, sumó contexto. “De los 34 despidos, 17 son de planta permanente. Pero Essen ya viene de tres meses haciendo bajas”, explicó. Detalló que, entre desvinculaciones previas y el actual recorte, se acumulan 58 trabajadores afectados.
En la ciudad, la noticia genera inquietud. Essen es una de las industrias más identificadas con la localidad y su ajuste impacta en comercios, talleres, transportistas y proveedores. Cada baja de personal repercute de manera directa en la economía local.
Ambos casos exponen un dato que preocupa a los sindicatos: la pérdida de empleo industrial se acelera en paralelo a la caída del consumo. Mientras las empresas reducen líneas productivas, los gremios advierten que las familias quedan sin ingresos y las comunidades pierden dinamismo económico.
Whirlpool y Essen aseguraron que las medidas no responden a un cambio en la producción internacional, sino a la menor demanda interna. En las organizaciones gremiales y en los municipios, sin embargo, predomina la preocupación por el rumbo del empleo formal y por el efecto multiplicador de cada puesto perdido.
















