
Extienden la prisión preventiva de Rudnev y crece la tensión en la causa de Bariloche
Policiales30/11/2025
REDACCIÓN
La Justicia prolongó la detención de Konstantin Rudnev hasta abril de 2026 en una causa que suma choques, reclamos médicos, disputas entre partes y una declaración inesperada de la joven que figuraba como víctima.


La causa por presunta trata en Bariloche volvió a encenderse. La Justicia resolvió extender la prisión preventiva de Konstantin Rudnev hasta el 3 de abril de 2026, decisión tomada tras dos audiencias realizadas el viernes, donde se discutió el vencimiento del plazo, el estado de salud del imputado y el rumbo del expediente. El fallo argumenta que el caso mantiene un nivel de complejidad que exige más tiempo de investigación, mientras la fiscalía sostiene que tiene margen hasta marzo para presentar la acusación final.
El defensor Carlos Broitman cuestionó el avance del proceso y aseguró que la situación de su cliente se volvió irregular. “Se celebraron dos audiencias: una por la prórroga y otra por el pedido de morigeración por motivos de salud”, señaló, antes de remarcar que la defensa pidió trasladar a Rudnev a Buenos Aires para completar estudios médicos ordenados por el Hospital Santa Teresita y aún pendientes. Según dijo, el juez Zapata negó el pedido y optó por prolongar la detención sin autorizar la atención médica requerida.
El reclamo sanitario se volvió central. Broitman afirmó que “el estado de salud de Rudnev se deteriora día a día” y que el penal de Rawson no está en condiciones de realizar los estudios necesarios. Desde agosto falta una endoscopía alta y baja para descartar pólipos, y también están pendientes evaluaciones sobre nódulos pulmonares, capacidad respiratoria y episodios de agotamiento extremo. Para el abogado, la negativa judicial implica desatender alertas clínicas graves.
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La defensa se apoya en informes firmados por los médicos Luis Ernesto Sarotto y Mariano Duarte, del Hospital de Clínicas, que describen un cuadro preocupante. Allí señalan que Rudnev presenta “dificultades respiratorias progresivas, episodios nocturnos de asfixia, dolor torácico, ansiedad, pérdida de sensibilidad en miembros superiores y síntomas digestivos severos”, y advierten que vive en un pabellón cerrado, sin ventilación y con más de veinte personas fumadoras, lo que agrava su condición. El documento pide una derivación inmediata para definir una estrategia terapéutica acorde.
Los médicos también exponen otro problema: la barrera idiomática. Según detallan, Rudnev recibe medicación de forma irregular, sin explicaciones y recurriendo a gestos para comunicarse con el personal. La ausencia de intérpretes, dicen, impide un seguimiento adecuado y abre la puerta a errores en la administración de tratamientos. A eso suman que el penal no puede realizar estudios como espirometría, DLCO, pruebas cardiológicas o evaluaciones neurológicas, lo que dificulta cualquier diagnóstico completo.
El expediente sumó un giro inesperado cuando Elena Makarova, señalada originalmente como víctima, presentó una querella penal contra los fiscales y declaró que nunca sufrió trata ni violencia por parte de Rudnev o de ciudadanos rusos. “Fueron ellos quienes me convirtieron en víctima, no mis compatriotas”, escribió en un documento donde acusa al Ministerio Público de instalar un relato que —según afirma— no coincide con lo que expresó en Cámara Gesell. También denuncia violencia obstétrica, privación de libertad y prácticas médicas sin consentimiento durante su paso por el Hospital de Bariloche.
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Makarova asegura que llegó al país para alejarse de una expareja violenta y que, tras ese arribo, personal médico y judicial la sometió a procedimientos invasivos, le retuvo documentos, la aisló de sus acompañantes y la trasladó a un refugio donde quedó incomunicada. En su presentación pidió medidas de prueba y recusó formalmente a los fiscales que intervienen, a quienes responsabiliza por haber distorsionado su testimonio y avanzar sin escucharla.
Broitman calificó la declaración de la joven como determinante para el futuro del expediente. “No se puede sostener un caso cuando la única víctima dice que no lo es”, insistió, y recordó que peritajes de Gendarmería descartaron la presencia de drogas en los allanamientos y que varios de los imputados ni siquiera se conocían entre sí. Para el defensor, el proceso se sostiene en conjeturas mientras se utilizan datos internacionales incorrectos, como un supuesto pedido de captura de Montenegro que Interpol negó de manera formal.
El abogado remarcó que “se construyó un caso sin pruebas materiales”, mientras la investigación se extiende y Rudnev permanece detenido sin que, a su criterio, existan elementos suficientes. Entre tanto, la Justicia apuesta a seguir indagando y la causa continúa sumando episodios que tensan aún más el expediente, donde conviven denuncias cruzadas, objeciones médicas y un relato central que acaba de ser puesto en duda por quien figuraba como víctima.
















