Día del mate: su viaje histórico, del ritual guaraní al símbolo más profundo del país
Otros Temas30/11/2025
REDACCIÓN
Día de mate
El mate volvió a ocupar el centro de la escena con una fecha que invita a mirar su historia más allá del ritual cotidiano. Cada 30 de noviembre, Argentina festeja el Día Nacional del Mate en honor a una infusión que atraviesa generaciones.
La conmemoración se fijó por ley y se relaciona con el natalicio de Andrés Guacurarí y Artigas, el líder guaraní adoptado por José Gervasio Artigas. “Andresito fue el único gobernador indígena del país y un impulsor decisivo de la producción de yerba”, recuerda la normativa sancionada en 2014.
La figura de Andresito marca un punto de enlace entre identidad, territorio y cultura. Durante su gestión en Misiones, sostuvo el cultivo y la circulación de la yerba mate, una actividad esencial para su pueblo. Esa historia sostiene el marco que dio origen a la efeméride.
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La tradición de la infusión nació mucho antes. Los guaraníes veían la planta como un obsequio sagrado y la usaban con fines rituales, medicinales y alimenticios. Ese vínculo ancestral creó la base cultural sobre la que se apoyó la expansión del mate en toda la región.
El consumo se extendió cuando los conquistadores incorporaron el hábito. Con el tiempo, la infusión ganó presencia en el Virreinato del Río de la Plata y se integró a un comercio intenso que fortaleció su lugar en la vida cotidiana.
La identidad nacional terminó de consolidarlo como un símbolo. La Ley 26.871 lo declaró “Infusión Nacional” y reforzó su peso social. En Argentina, el mate dejó de ser un gesto hogareño para transformarse en un signo de unión, cercanía y pertenencia.
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Los datos recientes del INYM remarcan esa presencia. El 90% de los hogares consume mate y el promedio anual supera los 6 kilos por persona. La infusión acompaña estudios, trabajos, charlas y silencios compartidos. En cada ronda aparece la misma señal: un código emocional que perdura.
Las celebraciones oficiales suelen incluir actividades del INYM que apuntan a difundir su historia y sus propiedades. La diversidad actual amplió el universo de consumo con yerbas saborizadas, mezclas, bebidas energéticas e incluso recetas que incorporan la infusión a la gastronomía.
El crecimiento del mate fuera del país también sumó fuerza. Figuras argentinas que lo muestran en el exterior potenciaron un fenómeno que abrió mercados y sostuvo la identidad en cada termo que cruza frontera. Así, un ritual ancestral se convirtió en un emblema moderno.
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