Justicia Federal incineró más de 200 kilos de droga y cerró un centenar de causas en la región

La Justicia Federal concretó este sábado una operación de alto impacto para el sistema judicial. Más de 200 kilos de droga fueron destruidos en un horno pirolítico bajo estrictos protocolos de seguridad, con la presencia del Tribunal Oral Federal y representantes de fuerzas nacionales. “Fue una intervención compleja que llevó meses de trabajo administrativo y judicial”, explicó Fernando De Luca, secretario de Cámara.

El procedimiento incluyó cannabis y cocaína secuestrados en operativos realizados en los últimos años. “Fueron 140 kilos de cannabis y 60 de cocaína. Hay tizas, hay piedras”, detalló De Luca, al confirmar la variedad de presentaciones derivadas de distintas investigaciones que llegaron a sentencia.

La supervisión estuvo a cargo del juez federal Enrique Baróletto, quien dispuso la destrucción luego de que los expedientes quedaran firmes. El secretario precisó que la droga correspondía a unas cien causas en las que se desarticularon redes vinculadas al transporte y la distribución. “Las fuerzas federales intervinieron en todos los operativos que llevaron al secuestro de estos estupefacientes”, remarcó.

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La magnitud de los expedientes refleja un trabajo prolongado entre brigadas nacionales y equipos provinciales. PSA, Policía Federal, Gendarmería y la división de drogas peligrosas de la provincia actuaron en la fase de instrucción, mientras el juzgado federal cerró cada proceso. Las sustancias permanecieron siempre bajo control del Tribunal Oral Federal para garantizar la cadena de custodia.

De Luca explicó que la logística previa demandó un esfuerzo sostenido desde enero de 2025. “Compilamos más de cien expedientes y toda la sustancia secuestrada. Recién con las sentencias firmes se habilita la quema”, señaló. El operativo incluyó el levantamiento del material, su traslado controlado y la elaboración de actas que documentan cada momento del proceso.

La incineración masiva no solo despeja los depósitos judiciales, hoy colmados por toneladas de droga pendiente de sentencia. También fortalece la transparencia y la seguridad en el manejo del material incautado, un punto sensible para el sistema penal.

Para la Justicia Federal, la medida marca un paso firme hacia la depuración de causas finalizadas. El operativo permitió cerrar un ciclo y sentar precedentes en la gestión de estupefacientes en resguardo judicial.