La escuela de fútbol Maracaná emprende un viaje cargado de ilusión hacia Tornquist.
Los chicos de la escuela de fútbol infantil Maracaná de Puerto Madryn partirán esta noche hacia Tornquist para participar de un torneo que genera gran expectativa entre las familias. El viaje reúne a los nenes de las categorías 2017, 2016 y 2015, que esperan jugar con entusiasmo y disfrutar cada momento. La salida nocturna se vive con ansiedad positiva y con la sensación de que será una experiencia que quedará en la memoria de todos.
Son cerca de 40 los chicos que representarán a la institución en un certamen que reúne equipos de distintas localidades de la región. La organización confirmó la presencia de Olimpo de Bahía Blanca y de otros conjuntos que aportarán variedad y buen nivel de competencia. Los integrantes del plantel esperan medirse con rivales nuevos y compartir jornadas cargadas de energía.
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El grupo viaja con el acompañamiento de padres que siguieron cada etapa del proceso y que celebran la posibilidad de este encuentro deportivo. Muchos destacan que “los chicos viven esto como una aventura”, una frase que resume el clima previo al viaje. El traslado implica logística y coordinación, pero también mucha emoción.
Desde principios de año, las familias y el cuerpo técnico realizaron rifas, eventos y sorteos para reunir el dinero necesario. El esfuerzo compartido permitió garantizar que todos los chicos puedan ser parte del viaje sin dificultades. Esta organización colectiva fortaleció el vínculo entre los adultos y reforzó el sentido de pertenencia dentro de Maracaná.
Los profesores acompañaron esas iniciativas con entrenamientos constantes y con la planificación de actividades que impulsaron la motivación de los jugadores más chicos. Cada encuentro sirvió para afianzar conceptos y sostener la alegría por participar de un torneo diferente y lleno de expectativa. El trabajo cotidiano se reflejó en un grupo que llega unido y entusiasmado.
Bajo la guía del entrenador Maxi Rosenberg, los chicos lograron consolidar un estilo de juego simple y efectivo que los motiva en cada presentación. Rosenberg señaló que “el objetivo es que disfruten y aprendan del viaje”, una idea que marca el espíritu de esta propuesta. La conducción técnica también puso énfasis en el comportamiento y en el compañerismo.
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Los nenes viajan con la ilusión de competir, pero también de conocer nuevos lugares y compartir tiempo con sus compañeros. La experiencia deportiva se complementa con la oportunidad de convivir, explorar y descubrir otros entornos. Para muchos será la primera salida tan lejos de casa.
La comunidad de Puerto Madryn sigue de cerca esta travesía y espera que los chicos regresen con buenas sensaciones más allá de los resultados. El viaje de Maracaná a Tornquist se vive como un acontecimiento deportivo que simboliza unión, esfuerzo colectivo y alegría compartida. La expectativa seguirá en aumento hasta el regreso del grupo.
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