Un jubilado que estudiaba para terminar la escuela murió en un violento asalto

Policiales06/12/2025

Un jubilado murió en un violento asalto

La muerte de Mario Rueda, un jubilado de 72 años que cursaba estudios en una escuela para adultos, ocurrió en el barrio Cuartel V, en Moreno. el 28 de noviembre, cuando Mario regresaba en bicicleta desde la casa de su sobrina y fue sorprendido por un grupo de ladrones que lo interceptó en la puerta de su vivienda. La secuencia quedó registrada en cámaras que permitieron reconstruir el movimiento de los agresores antes y después del robo.

Los investigadores identificaron entre los autores a Miguel Ángel Ozorio, de 18 años, señalado como quien aplicó el golpe que dejó a la víctima en estado crítico. Según la reconstrucción policial, Ozorio atacó a Mario con un arma tumbera cuando el jubilado intentó resistir el robo de su bicicleta. Luego de derribarlo, el joven escapó pedaleando mientras los otros cómplices huyeron corriendo por calles internas del barrio. Ese impacto resultó determinante para el cuadro clínico que enfrentó la familia en los días posteriores.

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El traslado a la Clínica La Torre confirmó desde el primer momento la gravedad del cuadro. El medio Primer Plano Online informó que Mario ingresó con un diagnóstico extremadamente complejo: fractura de cráneo, astilladuras, intubación y coma farmacológico, además de una lesión que dejó el cerebro expuesto, condición que impedía cualquier intento de colocar una prótesis. El pronóstico ya anticipaba un escenario de riesgo permanente.

Durante su internación, Mario atravesó días de una evolución muy limitada. El jueves posterior al ataque, la situación se volvió irreversible y el hombre sufrió cuatro paros cardíacos, que derivaron en su muerte. Su familia no pudo estar presente ese día en la clínica y recibió la notificación por teléfono, lo que sumó dolor e impotencia a un proceso que ya venían transitando con angustia desde el momento del ataque.

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La fiscal Carina Saucedo, de la UFI Nº 2 de Moreno, dispuso que se realizara la autopsia para determinar de manera precisa la causa de muerte y continuar con las actuaciones judiciales. En el expediente consta que Ozorio ya había protagonizado otros hechos en pocas horas antes de ser detenido, lo que complejiza aún más el análisis del caso. Su imputación lo ubica como principal responsable de un ataque que dejó secuelas devastadoras en la víctima y en su entorno.

La historia personal de Mario también quedó reflejada en los testimonios de quienes lo acompañaban en la Escuela de Educación Primaria para Adultos 701 de José C. Paz, donde cursaba con entusiasmo. Para él, estudiar era un proyecto que sostenía con orgullo. Su sobrina María Rosa relató que el jubilado encontraba un espacio afectivo y contención en ese ámbito. “Se sentía muy bien yendo. Eran las 17.30 y ya se iba para allá… siempre contaba que le encantaba estar con sus maestras y compañeros, que era su lugar de pertenencia”, recordó al describir su rutina.

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El relato también incluyó detalles de su vínculo con la alfabetización. “Era analfabeto y ahí se distraía y aprendía. Además, recibía tanto cariño…”, expresó María Rosa al repasar el cambio que había logrado en los últimos años. La misma sobrina remarcó con dolor el contraste entre ese hábito cotidiano y el final inesperado: “Volvía de noche y nunca le pasó nada. Y lo mataron en la puerta de su casa al mediodía”.

La familia aguarda ahora los resultados formales de la autopsia mientras se sostiene el pedido de justicia en un barrio que conocía a Mario por su cordialidad y por su compromiso con el estudio. La investigación sigue en curso y la fiscalía trabaja sobre los elementos recolectados por las cámaras y los testimonios que permiten reconstruir el ataque desde el primer momento.

Fuente: TN