
Insólito y vergonzoso: Abal Medina apareció "en cuero" en la audiencia de la causa Cuadernos
Policiales05/12/2025
REDACCIÓN
La séptima audiencia del juicio por la Causa Cuadernos dejó una escena inesperada que se volvió el dato más comentado de la jornada, marcada por el calor y el ritmo lento de la lectura de acusaciones. El ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina apareció con el torso desnudo en el canal oficial del Zoom judicial, un momento que quedó registrado mientras la secretaria del tribunal continuaba con las consultas de rutina. La imagen se filtró cuando regresaba de un cuarto intermedio y todavía no advertía que su cámara seguía activa.


Durante varios segundos se observó el desplazamiento del exfuncionario dentro de su despacho mientras sostenía la notebook con las dos manos. La transmisión mostró su torso, los brazos, el cuello y la zona abdominal, algo que sorprendió a los presentes en la sala remota. La secuencia ocurrió cuando la temperatura en Ciudad de Buenos Aires rondaba los 30 grados, un contexto climático que impactó en toda la jornada, descrita por participantes como particularmente agobiante por su extensión.
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La audiencia mantuvo su curso sin interrupciones, ya que la secretaria continuaba con el diálogo con otro imputado, a quien consultaba si se conectaría solo o junto a su abogado. El cuadro se produjo mientras Abal Medina caminaba hacia un escritorio donde apoyó la computadora, con una biblioteca de fondo que suele acompañar sus intervenciones remotas. Desde ese momento la cámara quedó fija y el exfuncionario se sentó, ya advertido del encuadre.
El episodio se sumó a una serie de momentos llamativos que rodearon el inicio del juicio, que comenzó el jueves 6 de noviembre bajo modalidad virtual. La causa tiene a Cristina Fernández de Kirchner como principal acusada por asociación ilícita y sobornos vinculados a contratistas del Estado, y suma 86 imputados entre exfuncionarios y empresarios. El entorno digital de las audiencias dejó a la vista escenas que en un debate presencial difícilmente aparecerían.

El mismo día de la apertura, la expresidenta evitó ubicarse de frente en la cámara y se mantuvo en los bordes del encuadre, una actitud que se observó en varias ocasiones mientras sus abogados alternaban su presencia en pantalla. También llamó la atención la imagen del exministro Julio De Vido, actualmente preso por la Tragedia de Once, cuando apareció comiendo helado frente a la cámara en un momento informal del inicio de la audiencia.
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Otro registro singular tuvo como protagonista al empresario Alberto Ángel Padoán, integrante del directorio de Vicentin y expresidente de la Bolsa de Comercio de Rosario. Según reconstrucciones posteriores, se lo observó recostado en una cama junto a otra persona mientras seguía el desarrollo del expediente. Más tarde, la transmisión lo mostró en una cocina, sentado con una parrilla de fondo, mientras continuaba la conexión con el tribunal.
En paralelo a estas secuencias, el juicio mantiene el eje en las acusaciones formales. En el caso de Abal Medina, la imputación corresponde a cohecho activo en carácter de partícipe necesario, reiterado en 25 oportunidades, debido a su intervención como funcionario en maniobras relacionadas con la empresa Hidrovía. En ese tramo de la acusación se menciona la recepción de al menos cincuenta mil dólares, destinados a que integrantes de la presunta asociación ilícita tomaran decisiones favorables a la compañía.
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La exposición pública de estos episodios no altera el curso del debate judicial, aunque sí ilumina el entorno en el que se desarrolla un proceso complejo, extenso y con múltiples actores. Las audiencias suelen extenderse más de cuatro horas y reúnen a representantes de defensas, fiscalías, imputados y funcionarios del Poder Judicial que participan desde sus domicilios o estudios jurídicos.
El tribunal mantiene la lectura del expediente, que abarca años de investigación, declaraciones y documentación sensible. Las intervenciones de los imputados se alternan con pausas cortas, y en ese esquema las cámaras encendidas permanecen activas en todo momento, lo que multiplica las posibilidades de situaciones informales o imágenes no previstas. En ese marco se enmarca lo ocurrido con Abal Medina, cuya secuencia se volvió inevitablemente notoria dentro de una jornada extensa.

















