
Infancias: La edad optima para el primer celular; el estudio que incomoda a muchas familias
Actualidad07/12/2025
REDACCIÓN
La pregunta circula hace años en casas, escuelas y consultorios: ¿cuándo conviene entregar el primer celular? Un estudio reciente ofrece un dato incómodo y vuelve a mover el tablero. Analiza casos reales y muestra que el reloj digital marca más de lo que muchos imaginan.


El trabajo surgió del Children's Hospital of Philadelphia en conjunto con universidades de California y Columbia. Revisó información de más de 10.000 chicos entre 2018 y 2020. Los investigadores hallaron un patrón que inquieta a especialistas y familias por igual.
Los números revelan que quienes tienen un celular propio a los 12 años muestran más señales de depresión, aumento de peso y sueño inestable en comparación con quienes aún no recibieron un dispositivo. Los porcentajes superan el 30 % en todos los indicadores medidos.
Lo llamativo es que el análisis no miró qué hacían los chicos con el teléfono. El autor principal, Ran Barzilay, lo resumió así: “La sola posesión del dispositivo ya marca diferencias”. No midieron videos, redes o juegos. Solo la presencia del aparato.
OTRAS NOTICIAS:
Cuando compararon a quienes lo recibieron entre los 12 y los 13 años con quienes todavía no lo tenían, surgieron más señales de angustia y noches fragmentadas. La primera adolescencia parece ser un período especialmente sensible a esos cambios.
Barzilay explicó a The New York Times: “Un chico de 12 años es muy, muy distinto a uno de 16”. La frase sintetiza por qué esta etapa merece más cuidado y por qué la llegada del celular no siempre pasa inadvertida.
El estudio no demuestra una relación directa entre causa y efecto, pero se suma a trabajos previos que describen a los teléfonos como elementos que consumen atención y restan espacio para el juego autónomo. Incluso hay informes que muestran que apagar la conexión reduce la ansiedad.
OTRAS NOTICIAS:
Aun así, el informe no condena a la tecnología. Barzilay aclara que un celular puede sumar en la vida social y escolar, además de ser una herramienta valiosa para la comunicación diaria. “Cuando entregás un teléfono, actuá como si influyera en la salud de tu hijo”, pidió el investigador.
Los especialistas sugieren armar reglas caseras, limitar el uso nocturno y revisar juntos la privacidad. No buscan culpas sino decisiones más conscientes. El creciente acceso a celulares en la infancia hace que la conversación sea inevitable.
El interrogante final sigue vigente: ¿a qué edad conviene? El estudio no fija una respuesta tajante. Solo señala que entregarlo demasiado temprano se vincula con peores indicadores en la adolescencia inicial. El debate se amplía y, según los investigadores, requiere una mirada colectiva.
















