El entramado de vuelos privados y financieras que vuelve a comprometer a Chiqui Tapia
Policiales08/12/2025
REDACCIÓN
Tapia
El regreso de Claudio “Chiqui” Tapia al aeropuerto de Ezeiza reactivó un debate que no deja de sumar aristas desde que la Justicia puso bajo la lupa sus conexiones con empresas señaladas en expedientes por lavado de dinero. La volta se produjo a bordo de un Gulfstream G400, uno de los jets privados más costosos del mercado, alquilado a Baires Fly, firma que aparece mencionada en investigaciones por facturas adulteradas y operaciones asociadas a delitos económicos. Ese detalle, admitido por fuentes del sector aeronáutico, volvió a ubicar al dirigente en un terreno controvertido.
Tapia había salido del país en medio de cuestionamientos por el origen de su patrimonio y por sus relaciones con Ariel Vallejo, responsable de Sur Finanzas, entidad mencionada en varias causas judiciales por presuntas maniobras irregulares. La travesía aérea, que incluyó escalas en Lima, Washington y Miami, habría costado alrededor de medio millón de dólares, una cifra que contrasta con los ingresos declarados por el propio dirigente como funcionario público y representante ante la Conmebol y la FIFA.
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La firma que proporcionó el jet ya había quedado señalada en otro expediente. Según consta en la causa que investiga la fiscal Cecilia Incardona y el juez Luis Armella, Baires Fly emitió documentación apócrifa referida a viajes inexistentes vinculados a personas acusadas de recibir sobornos en el caso ANDIS. En ese entramado aparece también el empresario Sergio Mastropietro, con historial de vínculos con Fred Machado, broker de aeronaves investigado por narcotráfico en Estados Unidos.
La figura de Vallejo suma otra pieza al cuadro. Sur Finanzas fue allanada por su presunta participación en transferencias destinadas a ocultar fondos de procedencia dudosa y tuvo actividad con clubes del fútbol argentino. El propio Vallejo declaró en reiteradas oportunidades que mantiene una relación personal con Tapia y que incluso pudo colocar el nombre de su empresa en trofeos de torneos locales. La cercanía entre ambos quedó nuevamente expuesta en los informes conocidos durante los últimos días.
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Entre las preguntas que emergen aparece el costo del último periplo aéreo. No hay precisiones sobre quién abonó la totalidad del viaje ni sobre la fuente del financiamiento. La alternativa de que fuese solventado por la AFA genera dudas dentro y fuera del entorno futbolístico, especialmente por el contexto económico que atraviesan varios clubes y por las reiteradas denuncias sobre los balances de la institución.
La documentación a la que accedió Clarín detalla que el viaje de Tapia comenzó el 27 de noviembre, cuando partió desde San Fernando en un Lear 60. Ya en Lima pidió cambiar de aeronave para utilizar el Gulfstream G400, que lo trasladó primero a Miami, luego a Washington y nuevamente a Florida. El dirigente intentó reunirse con Lionel Messi en dos oportunidades, aunque no se registraron imágenes ni confirmaciones de esos encuentros.
Su presencia en el sorteo del próximo Mundial fue uno de los pocos compromisos públicos que mantuvo en medio de las controversias que rodean su situación patrimonial. Según consta en su declaración ante la Oficina Anticorrupción, Tapia percibe alrededor de 8 millones de pesos mensuales por su función en CEAMSE y cerca de 60 millones mensuales por su rol internacional, valores que no alcanzan para justificar gastos de transporte aéreo superiores a los 500 mil dólares en pocos días.
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El expediente que reúne las operaciones de Sur Finanzas y las maniobras investigadas sobre Baires Fly apunta a reconstruir posibles nexos entre ambos circuitos. Mientras tanto, el dirigente mantiene su cargo como presidente de la Comisión de Reglas del Fútbol de la FIFA, lo que le exige cumplir estándares de transparencia que hoy vuelven a ponerse en cuestión a partir de estas revelaciones.
Fuente: Clarín
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