

Río Negro ajustó protocolos sanitarios y fortaleció la vigilancia epidemiológica frente a la circulación global de la variante K de Influenza A (H3N2), caracterizada por su rápida transmisión y el impacto observado en países del Hemisferio Norte.


La cartera sanitaria ordenó intensificar el monitoreo de síndromes gripales e infecciones respiratorias agudas graves en hospitales y Centros de Atención Primaria, con foco en la detección temprana de cambios en la circulación viral.
En paralelo, el sistema de salud adecuó circuitos de atención y aseguró insumos y personal, con el objetivo de responder ante un posible aumento de consultas durante la temporada estival.
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Desde el Ministerio insistieron en que la vacunación anual contra la influenza reduce complicaciones, internaciones y muertes, además de ofrecer protección cruzada frente a otras cepas.
La recomendación apunta especialmente a personal de salud, mayores de 65 años, niños menores de 5, personas con enfermedades crónicas o inmunodeprimidas y embarazadas.
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También se reforzaron medidas cotidianas de cuidado: higiene frecuente de manos, ventilación cruzada de ambientes, etiqueta respiratoria y evitar contactos cercanos si aparecen síntomas.
La coordinadora provincial de Epidemiología, Liliana Fonseca, sostuvo: “Estamos actuando con anticipación y responsabilidad”, y agregó: “La prevención empieza en casa; para los grupos de riesgo, la vacuna es una prioridad”.


















