

Anthony Joshua no dejó dudas y noqueó a Jake Paul en el sexto asalto del combate millonario disputado en Miami. El británico cerró la pelea antes del límite y confirmó la diferencia física y técnica entre ambos.


El cruce se realizó en el Kaseya Center y reunió miradas de todo el mundo por una bolsa estimada en 184 millones de dólares. Joshua impuso potencia y alcance, aunque tardó en encontrar ritmo ante un rival que eligió retroceder y evitar el intercambio.
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Durante los primeros rounds, el espectáculo resultó deslucido. Paul se movió en defensa y buscó provocar con gestos, mientras Joshua mostró cautela y pocas combinaciones. Recién en el quinto asalto llegó la primera cuenta para el estadounidense.
El final se dio en el sexto round. Un derechazo pleno mandó a Paul a la lona. Logró incorporarse, pero cayó otra vez segundos después y el árbitro decretó el nocaut. La diferencia se hizo definitiva.
Tras la pelea, Joshua admitió sensaciones encontradas. Reconoció que no se sintió cómodo durante buena parte del duelo, pese al triunfo. Del otro lado, Paul habló con crudeza: “Me cansé mucho, no podía aguantar su peso”, dijo, con el rostro ensangrentado.
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El estadounidense atribuyó la herida a una fractura de mandíbula y agregó: “Me partió la mandíbula uno de los mejores del mundo”. Aun así, aseguró que seguirá boxeando luego de un descanso.
El combate surgió tras la caída de una pelea prevista ante Gervonta Davis y expuso un cruce tan desparejo como rentable, donde Joshua ratificó su jerarquía y Paul volvió a quedar en el centro del espectáculo.



















