Por qué los alacranes, arañas y vinchucas reaparecen en verano en la Patagonia

Con la llegada del verano, muchas familias vuelven a encontrarse con alacranes, arañas y otros insectos dentro de viviendas y patios. En una entrevista en el programa #MODO17 por #LA17, el investigador Germán Cheli, licenciado en Biología del CENPAT, aportó una mirada científica para entender por qué estas apariciones aumentan y qué cuidados resultan efectivos.

Cheli señaló que la preocupación social frente a estos animales tiene un fuerte componente cultural. “Nos repugna o nos preocupa todo lo que es diferente a nosotros”, explicó, y recordó que muchas de estas especies habitan la región desde hace millones de años, mucho antes de la urbanización. En ese sentido, remarcó que vivir en un entorno natural implica aceptar la presencia de fauna silvestre.

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El investigador puso el foco en la convivencia y en evitar reacciones impulsivas. “La fumigación es el último recurso”, afirmó, y advirtió que el uso indiscriminado de químicos no solo afecta a las personas y a las mascotas, sino también a insectos beneficiosos. Según explicó, eliminar sin criterio altera equilibrios ecológicos que luego impactan en la vida cotidiana.

Respecto de los alacranes, Cheli fue claro al llevar tranquilidad. “En la provincia no tenemos ninguna especie de escorpión peligrosa para la salud”, sostuvo, y precisó que las especies locales pertenecen a una familia inofensiva. Aunque pueden picar, aclaró que “que piquen no quiere decir que sea peligroso”, ya que es su forma natural de alimentarse.

En el caso de las arañas, detalló que en el noreste de la Patagonia se registran alrededor de 40 especies, pero solo dos presentan riesgo sanitario. Entre ellas se encuentra la viuda negra, fácilmente identificable. “Es bien negra, brillante, con una mancha roja”, describió, y explicó que ese color funciona como señal natural de advertencia.

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Cheli aclaró que, si bien la viuda negra posee un veneno neurotóxico y su picadura resulta muy dolorosa, “nunca nadie murió picado por viuda negra en Chubut desde que hay estadísticas”. De todos modos, remarcó la importancia de reconocerla correctamente y consultar al sistema de salud ante cualquier episodio.

Otro punto central de la entrevista fue la relación entre basura urbana y presencia de fauna peligrosa. El investigador contó que un equipo del CENPAT estudia la dinámica poblacional de la viuda negra en la provincia. “Esta araña aumenta su abundancia en función de la basura que hay”, explicó, y agregó que los residuos generan refugios térmicos que favorecen su supervivencia tanto en verano como en invierno.

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Cheli también se refirió a las vinchucas, insectos que pueden transmitir la enfermedad de Chagas. Confirmó la presencia en Chubut de especies como la Triatoma patagónica y aclaró que existen registros esporádicos de la principal transmisora. “Pensamos que entra con la leña o con los autos, pero no logra establecer poblaciones estables”, señaló.

En relación con el control y la prevención, destacó el uso de la aplicación Geovin, desarrollada por el CONICET. “La gente saca una foto y recibe respuesta sobre si es vinchuca o no”, explicó, y añadió que, ante casos confirmados, los equipos realizan pesquisas entomológicas gratuitas en los domicilios para evaluar la situación.

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Sobre el cierre, Cheli insistió en el vínculo directo entre acciones cotidianas y salud ambiental. “Cada acción que uno hace tiene una implicancia en el ecosistema y muchas veces en nuestra propia salud”, sostuvo. La entrevista dejó un mensaje claro: conocer la fauna local y reducir prácticas como el descarte de residuos resulta más efectivo que el miedo o las respuestas extremas.