

Cristiano Ronaldo sumó una nueva inversión inmobiliaria en Arabia Saudita. El astro portugués adquirió dos residencias premium sobre el Mar Rojo, dentro de un desarrollo cerrado. Solo se puede acceder a la isla en barco privado o hidroavión, lo que asegura total privacidad.


Las villas están diseñadas para integrarse con el entorno natural. Las formas curvas y los colores claros buscan armonizar con la arena blanca y el agua cristalina. Sin embargo, algunas líneas del diseño provocaron comentarios irónicos en redes sociales por su apariencia poco convencional.

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La tranquilidad fue determinante en la elección de la propiedad. Cristiano destacó que la isla les permite disfrutar de tiempo en familia sin interrupciones ni ruido. “Es un lugar donde nos sentimos en paz”, aseguró el futbolista junto a su esposa Georgina Rodríguez.
El complejo está reservado a un número muy limitado de propietarios. Solo 19 residencias privadas forman parte de la colección, con reglas estrictas de acceso y servicios personalizados. Esto refuerza el carácter exclusivo del desarrollo y la privacidad de los residentes.
Una de las villas cuenta con tres habitaciones y la otra con dos. La primera está pensada para estadías familiares, mientras que la segunda se adapta a escapadas más íntimas. Ambas destacan por su atención al detalle y diseño de alto nivel.
Red Sea Global resaltó el lujo de las viviendas y su exclusividad. El director ejecutivo, John Pagano, celebró la llegada de Cristiano y Georgina. Según él, su elección refleja la atracción del destino para quienes buscan aventura, privacidad y contacto con la naturaleza.
El complejo se enmarca en la estrategia Saudi Vision 2030. Busca fomentar turismo regenerativo y funciona completamente con energía renovable. Además, apunta a proteger ecosistemas locales, como manglares, corales y praderas marinas, con un beneficio neto de conservación del 30 por ciento para 2040.
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El acceso restringido refuerza la sensación de privacidad y seguridad. La isla se encuentra a 26 kilómetros del continente y solo se llega en transporte privado. Esto convierte a las propiedades en un refugio exclusivo, lejos de multitudes y turistas.
El valor inicial de las villas ronda los 4,5 millones de dólares. Aunque no se confirmó cuánto pagó Ronaldo, la operación fue anunciada oficialmente en redes sociales del grupo desarrollador. La noticia también destacó su paso “de visitante a propietario” en este destino premium.
La compra genera expectativas y curiosidad en el mundo inmobiliario y futbolístico. Además del lujo y el diseño, la ubicación y el acceso exclusivo marcan la diferencia. La mansión de Cristiano se suma a su ya reconocido estilo de vida de alto perfil y privacidad total.

















