
Figueroa puso límites al proyecto de estadio en Neuquén y marcó el orden de prioridades
Deporte24/12/2025
Sergio Bustos
La posibilidad de un nuevo estadio en Neuquén volvió al centro de la conversación tras una entrevista en la que Rolando Figueroa respondió sobre el tema y evitó promesas con plazos. La expectativa creció a comienzos de junio, cuando se conoció su encuentro con el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, y parte del público imaginó un escenario para partidos o eventos de peso en la capital provincial o en su zona de influencia.


Con el paso de los meses, esa idea no tomó forma en anuncios concretos y quedó, por ahora, en pausa. En una charla difundida por YouTube con el periodista Ezequiel Gesumaría, el mandatario neuquino eligió correr el foco hacia el estado de situación de la provincia y hacia cómo se distribuyen los recursos públicos.
Figueroa planteó que su gestión enfrenta urgencias que compiten con proyectos de gran impacto simbólico, como un estadio. En ese marco, describió un cuadro que vinculó a educación, salud e infraestructura básica. “Hay muchas necesidades en la provincia. Cuando asumimos legamos a tener 700 aulas trailer. Hoy debemos estár en las 550 y creo que vamos a terminar el año que viene con 200 o 250”, expresó.
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En esa misma respuesta, el gobernador dejó una proyección de cierre de ciclo con un objetivo puntual para el sistema educativo. “Creo que el último año de mi gestión vamos a estar en ejecución para erradicar las escuelas trailer”, afirmó, y sumó otros faltantes que, según su mirada, empujan decisiones de corto plazo. “Faltan hospitales, falta infraestructura en muchos lugares, gas natural”, completó.
La conversación avanzó con una pregunta directa del entrevistador sobre si, entonces, faltaba mucho para el estadio. Gesumaría sintetizó: “O sea que falta mucho para el estadio”. La respuesta de Figueroa buscó matizar esa lectura, sin dar por descartada la idea, pero tampoco confirmarla como prioridad inmediata.
“No estoy diciendo eso. Estoy diciendo que hay un ranking de prioridades y hay que ver dónde el Estado pone los recursos”, sostuvo el gobernador. En ese razonamiento, ubicó el debate en la administración del dinero público y en el impacto que pueden tener otras obras consideradas más urgentes por el Ejecutivo provincial.
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En un tramo central, Figueroa vinculó el análisis a la discusión pública sobre el uso de fondos y abrió una puerta para pensar alternativas. “Yo creo que la utilización de los fondos públicos es lo que hay que ver. Tenemos que caminar con algunas obras donde el financiamiento privado tiene que participar”, señaló, marcando que el esquema estatal puro no aparece como el camino más probable para un estadio.
El mandatario también explicó por qué evita anunciar obras sin certezas de ejecución. “Hay obras que prefiero no prometerlas y trabajar eso”, dijo, y agregó una referencia personal para mostrar que no descarta proyectos que muevan actividad económica, pero que los mira en contexto. “Yo era Secretario de Deportes cuando hicimos el autódromo, que genera economía también. Hay que evaluar bien en qué manera vamos invirtiendo”, afirmó.
En otra respuesta, el gobernador volvió sobre la tensión entre necesidades inmediatas y proyectos a futuro, con un ejemplo que buscó anclar el debate en situaciones concretas. “Si vos me decís, ‘dónde vas a poner un peso del Estado?’, y, hay chicos en la Cordillera estudiando con 10 grados bajo cero en un tráiler, tenemos que ir equilibrando”, planteó. En la misma línea, dejó una frase que resume su postura: “Estamos trabajando como se debe, en silencio, sin prometer cosas que uno no sabe cuándo se pueden cumplir”.
Finalmente, se refirió a la reunión con Tapia y le quitó lectura de anuncio. “Queremos desarrollar el fútbol como todos los deportes. Para eso tenemos que desarrollar muy bien las bases. No podemos prometer cosas de las que no tenemos certezas”, expresó. Con esa definición, Figueroa ubicó el eventual estadio en un plano de conversación abierta, pero condicionado por prioridades y, sobre todo, por una búsqueda de financiamiento que no recaiga exclusivamente en el Estado.


















