Olimpo sigue en crisis.
En el día a día de los clubes, las urgencias no siempre pasan por la pelota. En Olimpo de Bahía Blanca, el centro de la discusión se corrió hacia la economía doméstica de la institución, en medio de un presente complejo en el Federal A y con la mira puesta en sostener recursos básicos para funcionar.
El planteo lo hizo su presidente, Alfredo Dagna, cuando habló del nivel de aportes mensuales. Sin entrar en el rendimiento del equipo ni en análisis futbolísticos, el dirigente eligió describir un problema concreto: la cantidad de personas que asisten y acompañan, pero no pagan la cuota.
Con una frase directa, Dagna puso en palabras el momento que atraviesa el club en términos de ingresos: “El mes este y el que viene son tétricos, porque la gente va y no paga. Tenemos menos gente que un cine”. La comparación buscó graficar la distancia entre la presencia en la cancha y el respaldo económico sostenido.
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El dirigente también explicó cuál considera el objetivo más inmediato para la conducción. No habló de cifras astronómicas ni de metas inalcanzables: pidió un piso de aportes estables que, según su mirada, cambia el panorama. En esa línea, remarcó: “Nosotros queremos lograr que, por lo menos, 3.000 personas paguen la cuota. No pido un millón, ni 50 mil ni 20 mil, solo tres mil que paguen”.
En su exposición, Dagna apuntó además a una tensión habitual en las instituciones deportivas: el reclamo hacia la dirigencia por el financiamiento y, al mismo tiempo, la falta de cumplimiento de una parte de la masa societaria. Con un tono de reproche, lo expresó así: “Después nos quejamos, ‘poné la plata’ dicen, pero hay que venir y hay que apoyar. Vengan con ganas de apoyar al club”.
La discusión se volvió más picante cuando lo consultaron por la chance de lanzar una campaña de socios para incentivar altas o recuperar pagos. Lejos de mostrarse entusiasmado con esa alternativa, el presidente la descartó y dejó una respuesta tajante, con ironía incluida: “Ya estoy re podrido de eso. ¿Qué querés darle a la gente? ¿Tres kilos de yerba? ¿Tres tanques gratis para que se hagan socios?”.
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En el mismo pasaje, Dagna llevó el tema a un terreno cotidiano: el costo de la cuota comparado con gastos comunes. El argumento buscó instalar que el monto no resulta inaccesible para quienes ya consumen otros productos o salidas. En esa comparación, sostuvo: “Sale 20 lucas, te lo gastás en una cerveza”.
El mensaje dejó en claro que, al menos por ahora, la conducción pretende ordenar el sostén económico del club desde el compromiso regular de los socios y no desde promociones o beneficios. En esa lógica, el número de aportantes se vuelve un termómetro de respaldo real, más allá del acompañamiento en las tribunas.
En un torneo exigente como el Federal A y con el objetivo de volver a la Primera Nacional siempre presente, el club atraviesa una etapa en la que la administración cotidiana toma protagonismo. Dagna eligió hablar de esa arista, con frases duras, y con un pedido puntual: más socios que paguen la cuota todos los meses.
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