Vaca Muerta consolida los sueldos más altos del país con ingresos que superan los $9 millones

El salario de un trabajador petrolero en Vaca Muerta surge de una estructura compleja de conceptos que va mucho más allá del sueldo básico. Convenios colectivos, diagramas de trabajo y adicionales específicos construyen remuneraciones que, en los esquemas más exigentes, superan los $9.000.000 brutos mensuales, una cifra que hoy no registra comparación con otros sectores productivos del país.

Uno de los factores centrales es el turno de trabajo. Existen diagramas diurnos sin adicional, esquemas de cobertura parcial que suman un 22% y diagramas rotativos de 24 horas que agregan un 33% sobre el básico. La continuidad operativa y la extensión horaria elevan de manera directa el ingreso final, sobre todo en yacimientos con actividad ininterrumpida.

El tipo de tarea también pesa de forma determinante. Los trabajadores de torre o de campo perciben un adicional fijo establecido por convenio que, en varias categorías, supera ampliamente al adicional por producción. A eso se suman las horas extras al 50% o al 100%, habituales en jornadas de 12 horas, donde se acumulan entre 80 y 200 horas extras mensuales.

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El traslado al yacimiento integra otro bloque relevante del recibo. Cuando el trabajador viaja como pasajero, se liquida un valor fijo por cada hora de traslado. Si conduce el vehículo, ese tiempo se paga como hora extra, lo que incrementa de manera directa el total mensual. Estos valores varían según categoría, distancia y modalidad de traslado.

El adicional por zona representa uno de los porcentajes más altos dentro de la liquidación. En áreas alejadas o con condiciones climáticas adversas, alcanza alrededor del 85% del básico. A ese concepto se suma el desarraigo, que se calcula sobre remuneraciones fijas y horas extras, con un 20% para quienes pernoctan en el yacimiento y un 10% para quienes residen en localidades cercanas como Añelo.

La antigüedad tiene una incidencia menor en el total, ya que se expresa en montos fijos anuales. Aunque no altera de forma sustancial el salario final, se mantiene como un componente permanente del recibo y se acumula con el resto de los adicionales.

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Otro ítem habitual son las guardias pasivas, que implican disponibilidad fuera del horario laboral. Se pagan con un valor diario fijo, exista o no intervención, y si el trabajador debe concurrir, se adicionan horas extras. También se incluyen viandas, reconocidas cuando la jornada supera las ocho horas, con valores diferenciados para las horas adicionales.

En esquemas completos que combinan básico, turnos, adicionales, horas extras, viajes, desarraigo y guardias, los salarios brutos del sector oscilan entre $2.400.000 y $9.500.000 mensuales. Tras los descuentos por jubilación, obra social y aportes sindicales, el ingreso neto puede rondar los $5.000.000, según la categoría y el convenio aplicado, consolidando a Vaca Muerta como el polo salarial más alto del país.