Bolivianos residentes en la ciudad llevaron adelante los tradicionales desfiles en la Av. Juan XXIII.
Miles de familias de origen boliviano se sumaron a una de las más sentidas y esperadas actividades que año tras año protagonizan en Puerto Madryn, donde su comunidad es cada día más numerosa.
El Centro de Residentes “Wiñay”, vocablo quechua que significa crecer, impulsa la realización de los festejos en honor a la Virgen de Copacabana a través de distintas actividades religiosas y sociales, como ocurrió el fin de semana.
La ceremonia religiosa comenzó días atrás con la tradicional novena de la virgen y continuó hasta este domingo, cuando la celebración se clausuró con misas, procesiones, danzas típicas, la retirada de la virgen y los festejos en las casas de los pasantes, aquellas familias que durante la novena pidieron cobijar a la virgen en sus casas.
Al finalizar la veneración en el recinto de la virgen quedaron las ofrendas con velas e incienso en agradecimiento a la bendición de sus hogares, el agua y la sal.
Fueron dos días en los que se celebra misa en la sede del Centro de Residentes Bolivianos, se llevó a cabo una procesión con la virgen desde la sede Wiñay hasta la ermita de adoración y también se realizaron las populares festividades danzantes.
Y como ocurre tradicionalmente, gracias a los stands que se despliegan sobre la avenida Juan XXIII, se pudo disfrutar de la cocina boliviana.
Cabe mencionar que el 15 de agosto se celebra a la Virgen de Urkupiña que es Integradora de los Pueblos, con un festejo similar en el mismo lugar.
La Virgen boliviana
La Virgen de Copacabana, es una advocación mariana venerada en Copacabana, Departamento de La Paz. El Santuario de la Patrona de Bolivia, se encuentra a orillas del Lago Titicaca en Bolivia, a unos 3,850 metros sobre el nivel del mar.
A escasos 8 km de la línea fronteriza con Perú, la imagen de la patrona de Bolivia, confirma la evangelización ya iniciada en el país altiplano.
El culto a la Virgen de Copacabana inició en 1583 en la época virreinal, a 139 km de la ciudad de La Paz. La imagen prevalece sobre una colina, donde la península de Copacabana se adentra a los antiguos lugares sagrados para los aymaras y los incas.
El cuerpo de la imagen está tallado en madera de maguey y esta totalmente laminado en oro fino y en sus ropajes se reproducen los colores y las vestiduras propias de una princesa inca.
Su forma original esta permanentemente cubierta por lujosos mantos y trajes superpuestos a la talla, luciendo además una larga peluca de cabello natural.
Por su parte, la imagen original nunca sale de su santuario, y es típico que los visitantes salgan de él caminando hacia atrás, con la intención de no darle la espalda a su querida Madre, cuya fiesta se celebra el 5 de agosto, con liturgia propia y gran celebración popular.